Tapia, llegó hasta el paraje Vallecito, para cumplirle la promesa a Deolinda Correa, en la que debía llevarle la copa que no regresaba a la Argentina hace 28 años. Con la copa entre sus manos, el “Chiqui, subió hasta donde descansa la figura de la Difuntita.
En su visita lo acompañó el caucetero Nacif Farías, presidente de la federación Sanjuanina de Fútbol.