Si bien sucedió el pasado 12 de septiembre, en estos días se conoció que dos enfermeras de una clínica privada se negaron a asistir un aborto y fueron sancionadas por “abandono de persona”, pese a que una de ellas luego declinó su decisión por temor a represalias.
En ese contexto, el secretario general de ATSA, Alfredo Duarte, afirmó que una de las enfermeras se comunicó con el gremio de la sanidad cuando comenzó la situación, para ponerlos al tanto de lo sucedido ya que ella contaba con la objeción de consciencia, lo que le permite no participar en la interrupción voluntaria del embarazo (IVE).
“Las autoridades del Colegio Médico tuvieron una actitud intransigente, le hemos advertido que tienen que conformar un equipo de médicos y enfermeros que no tengan objeción de conciencia, pero no lo hacen”, aseguró Duarte.
En ese contexto, el secretario gremial afirmó que para él “seguramente no deben querer contratar personal para asegurar la IVE”, pese a que desde el gremio solicitaron una reunión formal para tratar el tema. “El personal de enfermería tiene derecho a no participar de estos actos médicos”, resaltó.
Para finalizar aclaró que, de todos los centros de salud de la provincia, esta clínica privada es la única donde han registrado inconvenientes por este tipo de prácticas, dividiendo al personal y generando estas situaciones que perjudican el accionar de los profesionales.