Conseguir que nuestros hijos nos escuchen, atiendan y memorizen algo de lo que decimos es la guerra que tenemos muchos padres con nuestros pequeños, ya que es muy común que los niños se dispersen y que no estén atentos a las tareas que deben realizar. Si tu hijo es de los que ‘siempre está en las nubes’ y al que le cuesta tanto concentrarse como recordar todo tipo de deberes, ejercicios o tareas, ¡toma nota de los siguientes juegos para entrenar la memoria y la concentración!
Cómo detectar dificultades de memoria y concentración en niños
Durante los primeros años de etapa escolar, es muy importante fomentar las capacidades de atención y memoria de nuestros hijos, ya que les permitirá desarrollar adecuadamente los diferentes conocimientos complejos que estarán por venir: lectura, escritura, matemáticas… Todo ello requiere una capacidad para recordar información, ya sea dicha o explicada de forma oral (la llamada memoria auditiva) o de forma gráfica e ilustrada (la llamada memoria visual).
¿Cuándo podemos intuir dificultades de memoria y concentración en los niños? Aunque los problemas de memoria y concentración pueden tener múltiples manifestaciones, hay cinco descripciones que resultan ser las más habituales en frecuencia y, por ello, las más sencillas de poder identificar:
1. ¿Le resulta fácil distraerse con cualquier estímulo (ruido, objeto, etc.)?
2. ¿Olvida con facilidad deberes, trabajos e incluso exámenes?
3. ¿Es bastante desorganizado y con presentación poco pulida?
4. ¿Se muestra generalmente despistado y soñando despierto?
5. ¿Le resulta difícil concentrarse y poder acabar las tareas?
Ejercicios para mejorar la memoria y concentración
Si tras observar varios días y semanas a tus hijos, has contestado algunas de las cinco preguntas de arriba con una afirmación o simplemente quieres trabajar con él de manera lúdica su capacidad de memoria y concentración, ¡atenta a los propuestas que te presentamos!
¿Cuál es el objetivo del juego? El objetivo de este juego es incentivar la memoria visual, es decir, la capacidad para recordar aquella información ofrecida a través de los ojos, y la memoria auditiva, aquella información ofrecida a través de los oídos.
¿A que edad va dirigida este juego? A cualquier niño de edad escolar a partir de los 6 años en adelante, dado que es un juego que permite elaborar multitud de niveles de dificultad según la cantidad de estímulos que se presenten. Será importante que la dinámica siempre sea con algún adulto para supervisarle y reforzarle positivamente.
¿Qué material necesito para jugar? Solo necesitarás imprimir unas imágenes pequeñas en formato ficha. Concretamente deberás imprimir cuatro grupos de imágenes, en un tamaño de 2,5 cm por 2,5 cm aproximadamente: letras en mayúscula (A, B, C, D, etc.), números (del 1-10), formas geométricas (cuadrado, redonda, rombo, estrella, etc.) y dibujos variados (pelota, helado, silla, ojo, escoba, etc.). Estas imágenes podéis imprimirlas en blanco y negro o bien en color, según se quiera entrenar en un nivel más fácil (blanco y negro) o más complejo por la cantidad de detalles a recordar (en color).
¿Cómo se juega? Antes de nada, deberemos hacer una primera prueba para poder averiguar el nivel del cual partir para entrenar más diariamente, es decir, la cantidad de estímulos dentro de una misma categoría que es capaz de recordar. A continuación, os ofrecemos un ejemplo para entrenar cada uno de los dos tipos de memoria:
– Ejemplo de entrenamiento de la memoria visual
Cogemos tres fichas de letras (E, L, B), las ponemos sobre la mesa durante un par de segundos y luego les damos la vuelta. Acto seguido, en vez de preguntarles exclusivamente qué tres letras eran, les podemos hacer preguntas que implique más concentración y tarea de memoria como ‘¿Había alguna vocal?’ ‘¿En que posición estaba?’ ‘¿Cuál era la última letra?’ o ‘¿Y la letra que estaba en el medio cuál era?’ Si las acierta todas, significa que podríamos pasar al nivel de cuatro estímulos; en caso contrario mantenernos en tres o incluso bajar a dos únicos estímulos.
– Ejemplo de entrenamiento de la memoria auditiva
Cogemos tres fichas de dibujos al azar (helado, casa, león) que no deberemos mostrar, pero si decir en voz alta. A continuación, en vez de preguntarle exclusivamente qué tres palabras hemos dicho, le podemos hacer preguntas que impliquen más concentración y tarea de memoria como ‘¿Había algún animal?’, ‘¿En qué orden lo he dicho?’, ‘¿Había algún alimento comestible?’ o ‘¿Cuál es la palabra que falta y en qué orden estaba?’. Si las acierta todas tres, significa que podríamos pasar al nivel y de lo contrario deberíamos seguir mejorando el actual.
Es importante saber que esta tarea y propuesta de juego es intensa, por lo que no recomendamos un entrenamiento superior a los 10-15 minutos, pudiendo hacer las cuatro categorías (letras, números, formas y dibujos) un par de veces por categoría con la intención de aumentar de nivel poco a poco diariamente.
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