El clásico más importante del fútbol mundial se va a jugar en San Juan, el 16 de noviembre.
Y como si cualquier Argentina Brasil no alcanzara, la expectativa mundial era ver en una cancha, enfrentados, a Neymar y a Lionel Messi, los cracks que comparten colores en el Paris Saint Germain, y lo hicieron antes en el Barcelona, cuando conformaron lo que se consideró el mejor equipo de la historia.
Esta tarde el de Pujato hizo lo propio, y para alegría del mundo futbolero, ahí estaba Lionel Messi.
El rosarino preocupó a parisinos y a argentinos por su lesión reciente en isquiotibiales, más una contusión en la rodilla que le impidió participar de entrenamientos del PSG y del último partido de su equipo por la Champions.
En París no están muy contentos con la devoción de Messi por su selección, y consideran que viaja y se esfuerza demasiado (no sale nunca, juega todos los minutos) para un jugador que ya no tiene 20 años.
La agradable sorpresa de Messi adentro de la cancha se suma a otras que preparó el conductor de la Scaloneta.
Entre los convocados hay varios “pibes”, a los que el DT, convertido ahora en una deidad sin ateos, busca darle rodaje y roce internacional en una jornada con nada menos que dos clasicazos: con Brasil el 16 y con Uruguay, 5 días antes.
Entre los tapados están Enzo Fernández, un mediocampista de River de 20 años; Thiago Almada, el juvenil mediocampista de 20 años, ya consolidado en la primera de Vélez; Exequiel Zeballos, delantero de boca de 19 años; el también Xeneixe Cristian Medina, mediocampista de 19 años; un enganche de 18 años y con presente en la Juventus, Matías Soule; el marcador central Canalla de 20 años Gastón Ávila; y el arquero de Tigre, Federico Gómez, de sólo 17 años.
Se descuenta que estos chicos no tendrán lugar en los partidos ante Brasil y Uruguay, pero su espacio como sparrings de lujo de la selección, seguramente, les aportará una experiencia clave para futuras convocatorias.