21 de noviembre de 1816: Batalla El Pari.
La Batalla de El Pari, se produjo el 21 de noviembre de 1816. Es considerada, en relación al número de sobrevivientes, como la batalla más sangrienta de toda la Guerra de Independencia Hispanoamericana y de América en general, ya que de aproximadamente tres mil combatientes, sólo doscientos hombres sobrevivieron en el ejército realista y unos trescientos cincuenta de las fuerzas patriotas, después de siete horas de cruento combate.
Durante la segunda expedición auxiliadora al Alto Perú, Belgrano había designado en 1813 al porteño Ignacio Warnes como gobernador de Santa Cruz de la Sierra. Como consecuencia de la derrota en Ayohuma a fines de 1813, el ejército de Belgrano se retiró del Alto Perú, quedando aislados diversos territorios en donde se continuó la guerra en forma de guerrillas, lo que se dio en llamar republiquetas; el general Juan Antonio Álvarez de Arenales fue el líder en la región andina y en Santa Cruz de la Sierra el general Ignacio Warnes lideró la llamada Republiqueta de Santa Cruz, que era la más grande en extensión y contaba con un ejército formal.
Mientras que Warnes realizaba una expedición a Chiquitos en 1815, el Directorio de Buenos Aires designó al coronel Santiago Carreras en su lugar, quien se rodeó de simpatizantes de los realistas, lo que originó una asonada en la que fue asesinado por soldados del Batallón de Pardos Libres a fines de aquel año. Asumió el gobierno el coronel José Manuel Mercado, principal hombre de confianza de Warnes, quien retornó de Chiquitos tras obtener la victoria de Santa Bárbara, del 7 de octubre, reasumiendo el mando como Gobernador en los primeros días de 1816.
A su regreso, Warnes se dedicó a levantar el ánimo del pueblo y del ejército patriota.
Sus conocimientos militares, la organización y disciplina de sus tropas, el gran ascendiente que tenía en los habitantes de esta provincia, rodeada de impenetrables bosques y asperezas, “lo hacían formidable y digno de llamar la más seria atención de parte de sus enemigos”, según afirma el historiador Enrique de Gandía.
En respuesta, el general Joaquín de la Pezuela —que había tomado Cochabamba en diciembre de 1815, después de la batalla de Viluma— dispuso que el coronel Francisco Javier Aguilera se dirigiera a Santa Cruz, diseñando personalmente todo un plan de invasión, a la vez que le asignaba recursos especiales e instrucciones precisas.
Aguilera partió el 6 de diciembre de 1815, pero ya en Vallegrande recibió instrucciones de enfrentar al líder guerrillero Manuel Ascensio Padilla, a quien venció y mató en setiembre de 1816. Retornó y luego de vencer los obstáculos que se le puso en Vallegrande, salió con sus disciplinadas y veteranas tropas hacia Santa Cruz de la Sierra.
Warnes necesitó entonces avivar más el patriotismo, recurrió entonces a un expediente que había de darle los mejores resultados. En discursos pronunciados en las calles y proclamas que mando distribuir profusamente, hizo ver al pueblo que se acercaba una invasión de tropas realistas procedentes del occidente, a quienes titulaba de naturales enemigos, y de que era llegado el momento de defender la propia tierra a costa de cualquier sacrificio (Sanabria). Meses antes había recibido copia del Acta de Independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica, firmada el 9 de julio en Tucumán, enviada expresamente a Santa Cruz por Belgrano.
Después de las acciones previas de aproximación, el despliegue de ambos ejércitos se concentró en la loma llamada “San José” y sus proximidades, donde hoy se encuentra el monumento a José Manuel Mercado. Desde allí se produjo la encarnizada batalla extendiéndose hacia el río Pari, al noroeste, en la actual Plaza de El Pari. Duró desde las 11 de la mañana hasta caer la noche.
Después de los fuegos de artillería y las acciones de seguridad con cazadores, Mercado atacó a la caballería enemiga, que fue interceptada y embestida, derrotándola y persiguiéndola.
Mientras tanto Warnes, atacaba a la infantería e iba torciendo la balanza hacia su favor en el Pari. Luego dirigió a sus tropas sobre la línea de fuego, pero un disparo cañón derribó al caballo de Warnes, quedando el caudillo con su pierna aprisionada. Este incidente fue aprovechado por un grupo de “talaverinos” que mató a Warnes a tiros y bayoneta, produciéndose el desconcierto de los patriotas tras la muerte de su comandante.
El comandante Salazar logró reorganizar la infantería y continuó la pelea. Después de más de siete horas de encarnizada lucha, con innumerables bajas de uno y otro lado, no quedaba más que un puñado de hombres, el campo yacía lleno de soldados muertos, algunos desmembrados, con sus caballos muertos. La Caballería retornó al Pari al final de la tarde, pero ya no habían condiciones para arremeter.
Al caer la noche cesó la batalla, y se escuchaban disparos y gritos intermitentes. Los patriotas se reagruparon, pero la falta del líder impidió la reorganización. Entonces decidieron hacer la resistencia desde Saipurú, (provincia Cordillera). Los realistas organizaron un reducto en el campo del Pari y allí quedaron durante cuarenta y seis horas, hasta que tomaron contacto con sus partidarios y decidieron entrar a la ciudad para consolidar una victoria pírrica. El coronel Aguilera expuso en una picota la cabeza de Warnes, en la esquina sudeste de la Plaza de Armas de Santa Cruz de la Sierra, su ciudad natal.
21 de noviembre de 1810: Oficio de la Junta a Belgrano.
Comunica el envío de 16000 pesos por intermedio de Martín Rodríguez.