El caso del médico forense acusado e imputado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, en perjuicio de una nena, presenta un nuevo capítulo. Es que este miércoles el profesional, identificado como Eduardo Recabarren, fue beneficiado con prisión domiciliaria luego de que el juez del Tribunal de Impugnación, Fernando Echegaray, tuviera en cuenta la recomendación de la Junta Médica de que no es conveniente que el acusado esté alojado en una sede policial dado padece diabetes tipo 2, además de problemas cardiovasculares e hipertensión.
Recabarren está detenido por el abuso sexual de una menor de edad, quien lo señaló como el autor del aberrante delito. El profesional será investigado durante los próximos 10 meses luego de que la Fiscalía lo acusó de haber atacado sexualmente al menos diez veces a la presunta víctima cuando ésta tenía entre 6 y 8 años. Ahora, la víctima tiene 11 años.
La nena con la que mantuvo un vínculo cercano (no se especifica para no identificar a la menor) mantuvo el secreto hasta que explotó y, en una charla que abordaba temas de abuso en la escuela, lo confesó. De inmediato, comenzó a ser asistida por profesionales y en un informe pericial -ya iniciada la investigación judicial de ANIVI- se detectaron indicios de abuso. Luego, en una declaración suya señaló directamente al médico forense.
El profesional de varios pergaminos habría aprovechado los momentos en soledad que tenía con la niña para manosearla, según detallaron, y de someterla a aberrantes actos.
Acorde indicaron, la nena nunca se animó a contar nada “por vergüenza y miedo” y por ello, después de manifestar problemas en el aprendizaje, estalló con su verdad en la escuela, cuando docentes brindaban charlas de “buen trato”. Su madre fue alertada sobre lo expuesto por su hija y más tarde se radicó la pertinente denuncia