Alberto Fernández hizo un formidable favor diplomático a Vladimir Putin, que está aislado de Estados Unidos y Europa por su escalada bélica contra Ucrania. Durante su presentación ante el líder ruso, al comienzo del cónclave bilateral que protagonizaron en el Kremlin, el Presidente planteó que el país puede ser la puerta de entrada de Moscú a América Latina y cuestionó la relación geopolítica que la Casa Blanca y el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene desde hace décadas con la Argentina.
“El contexto es muy favorable para vincularnos mas entre Rusia y la Argentina. Tenemos que ver la manera de que Argentina se convierta en una puerta de entrada de Rusia en América Latina, para que Rusia ingrese de una manera más decidida”, enfatizó Alberto Fernández ante Putin.
Durante su presentación, el jefe de Estado añadió que “Argentina particularmente vive una situación muy especial producto de su endeudamiento y de la situación económica que me tocó heredar. Desde los años 90 en adelante, Argentina ha puesto su mirada, ha volcado su mirada muy firmemente, en los Estados Unidos. Y depende mucho la economía argentina de la deuda que tiene con los Estados Unidos. Con el Fondo Monetario y la influencia que Estados Unidos tiene en el Fondo”.
Y finalmente remató: “Yo estoy empecinado en que Argentina tiene que dejar esa dependencia tan grande que tiene con el Fondo y con Estados Unidos. Y tiene que abrirse camino hacia otros lados. Y ahí es donde me parece que Rusia tiene un lugar muy importante”.
Tras estas inesperadas declaraciones, cuando aún está pendiente el acuerdo con el FMI que ayudó a destrabar la administración de Joseph Biden, el jefe de Estado y Putin almorzaron a solas.
Un vocero de la Embajada de EEUU en Buenos Aires aseguró: “La relación con Argentina es importante para Estados Unidos. Es una relación de socios. Tenemos un compromiso compartido con la democracia y los derechos humanos. Trabajamos juntos para combatir el cambio climático. Somos socios en la lucha contra la pandemia de COVID. Con este fin, donamos 3,5 millones de vacunas al pueblo de Argentina en 2021 y hemos entregado más de $4,6 millones en suministros de ayuda por el COVID desde el comienzo de la pandemia. Buscamos fortalecer nuestra cooperación en áreas de interés y beneficio mutuo”.
La reunión bilateral entre ambos mandatarios comenzó con una hora de retraso. Los controles sanitarios para ingresar al Kremlin son extremos, y nadie puede pasar hasta que se constate que todos los PCR dan negativo.
Alberto Fernández aguardó en sus habitaciones del Metropol hasta que terminaran los controles contra el COVID-19, y luego se movió en una limusina negra con bandera argentina para iniciar su reunión de trabajo con Putin.
La capital de Rusia amaneció totalmente nevada y cuando el Presidente se trasladó desde el hotel Metropol al Kremlin, los termómetros de los celulares marcaban 4 grados bajo cero.
En el Kremlin ya estaban Santiago Cafiero (canciller), Martín Guzmán (ministro de Economía), Gabriela Cerruti (Portavoz presidencial) y Eduardo Valdes (diputado), entre otros miembros de la delegación oficial.
La comitiva se mantuvo afuera de la reunión bilateral. Putin protege su condición sanitaria, hace muy pocos encuentros presenciales, y en esta oportunidad aceptó que Alberto Fernández estuviera acompañado por los traductores oficiales. Uno por cada presidente.
Cuando concluyó el largo almuerzo, Putin y Alberto Fernández hicieron una declaración formal ante los medios de comunicación. No hubo preguntas: fue una decisión del Kremlin.
El presidente ruso adelantó que habrá un coordinación diplomática con Argentina en los organismos multilaterales -ONU y G20- y enfatizó los vínculos bilaterales entre ambos países. Recordó la compra masiva de vacunas Sputnik V durante los primeros meses de la pandemia, y reafirmó su voluntad política de consolidar la relación estratégica entre Moscú y Buenos Aires.
A su turno, Alberto Fernández señaló que la visita relámpago a Rusia fue “un paso importante” para la integración entre los dos estados, agradeció la ayuda sanitaria de Putin cuando la pandemia arrasaba al país, hizo una defensa explícita de su estrategia multilateral en política exterior y reconoció que analizaron “la actual situación que se vive en el mundo y la región”.
El presidente cerró su declaración ante los medios recordando que se encontraría con Putin en Beijing, adonde fueron invitados por Xi Jinping para participar de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno.
Putin y Xi tiene una relación compleja con Biden, mientras que Alberto Fernández necesita de su voluntad política para cerrar el acuerdo con el FMI. El jefe de Estado siempre ha precisado que su agenda diplomática es multilateral, abierta y sin condicionamientos ideológicos.