La Asociación Civil para la Conservación y Defensa del Patrimonio Sanjuanino (Accodepas) comenzó la carrera para que la Casa en la que residió Emar Acosta, ubicada en calle 9 de Julio 695 este, sea declarada como Patrimonio Cultural y Arquitectónico. Después de casi dos años sin respuestas sobre el destino del inmueble y actualmente cercada, la asociación comenzó el proceso para preservar el edificio.
Según manifestaron desde Accodepas, el objetivo es que la casa sea, además de declarada patrimonio, expropiada y utilizada como centro cultural en la que se exponga la obra del personaje histórico de San Juan.
La provincia cuenta con una ley de patrimonio, la Ley Provincial 571-F que dice: “Se regula la protección, conservación, restauración, acrecentamiento y difusión de todos aquellos bienes que conforman el Patrimonio Cultural y Natural de la Provincia de San Juan.”
Respecto a la secretaría de cultura de Capital, Sandra Barceló, comentó a DIARIO HUARPE que la intención era revalorizarlo, pero no hubo avances en la casa. Donde se realizó para recordarla fue en el cementerio de Capital y el anexo de la Legislatura.
Sin embargo al tratarse de un inmueble entra en conflictos con las leyes de propiedad privada ya que la casa Acosta-Sormani no pertenece a la familia desde hace más de 15 años.
La solicitud de Accodepas incluye un recorrido de la trayectoria de Acosta y su hermana Leticia Acosta de Sormani, además de la importancia que ambas tuvieron para el patrimonio cultural en San Juan ya que donaron piezas de arte al Museo Agustín Gnecco.
Las acciones se toman cuando el nombre de Emar regresa en medio del rodaje de su documental y después de que DIARIO HUARPE mostrara cómo está rodeada.
Quién fue Emar Acosta
Nació el 22 de agosto de 1900 en La Rioja, estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires. En las elecciones de julio de 1934 fue elegida Diputada Provincial. Fue la primera Legisladora Argentina y una de las primeras en ocupar ese cargo en América Latina.
Una vez graduada, se trasladó a San Juan en donde fue nombrada Defensora de Pobres y Ausentes, convirtiéndose así en la primera magistrada de la provincia. Su mandato, iniciado en julio de 1934, estuvo marcado por la defensa de la educación laica y de los derechos de la mujer, así como la protección de la maternidad y la niñez. También promovió la creación de comedores populares y defendió el salario y la vivienda de las clases más postergadas. Finalizó su mandato en 1938 y fue elegida nuevamente en 1941, aunque fue depuesta de su cargo por el golpe de estado ocurrido en junio de 1943.
Sumado a su labor legislativa, encontramos que fue Profesora en el Liceo de Señoritas y en el Colegio Nacional de San Juan. También, presidió el Colegio de Abogados de la provincia obteniendo la Matricula N° 001 y organizó la Asociación de Cultura Cívica de la Mujer sanjuanina.
El Auditorio del Senado de la Nación lleva su nombre en homenaje a su destacada carrera. Falleció el 24 de octubre de 1965 a los 61 años .