Este lunes fue la primera audiencia del juicio contra los policías que están acusados de una detención ilegal en el Skate Park y dos de ellos lograron zafar.
Fueron cinco los que llegaron hasta esta instancia (aunque inicialmente eran siete) y por pedido del Ministerio Público Fiscal, dos de ellos ya fueron sobreseídos.
Así las cosas, serán tres los uniformados que deberán hacerse responsables por la polémica detención de una menor de 14 años que ocurrió el julio pasado en el Skate Park capitalino.
Se trata de Cristian Ruiz y Ana Berenguer, ambos cumplen funciones en la Comisaría 5ta y, si bien participaron del confuso operativo, no tuvieron relación material con los hechos.
La la agente Rosana Valeria Limolle, el sargento Luis Fernando Salinas y Miguel Daniel Argüello son los tres que quedaron vinculados a la causa y seguirán el curso del juicio.
Desde este mismo lunes, también fueron reincorporados a la Fuerza de Seguridad Provincial, Berenguer y Ruiz, según informó su abogado defensor, Maximiliano Páez Delgado.
“Estuvieron sesenta días suspendidos, se les quitó el arma, cosa que a partir de hoy les han restituido y van a cobrar los salarios perdidos”, dijo el letrado.
“La oficial Berenguer fue a prestar apoyo porque era jurisdicción de la Comisaría 5ta pero no tomó participación material, igual que Ruiz que estaba en la seccional”, explicó Páez Delgado.
Los otros tres policías que seguirán siendo enjuiciados, están acusados de una detención ilegal y el incumplimiento de los deberes de funcionario público. De ser encontrados culpables serían exonerados de la Policía de San Juan. La jueza que ordenó liberar a Ruiz y Berenguer es Delia Maldonado y el fiscal del caso, Adrián Riveros.
El accionar de los policías bajo la lupa
La menor contó que durante el proceso, Limolle le realizó una zancadilla y la tiró al suelo, mientras que Salinas -un efectivo masculino- se le tiró encima y le puso su rodilla en la espalda, impidiéndole levantarse. Luego la esposaron y se la llevaron al patrullero.
Después, en la dependencia policial, la menor dijo que Limolle y Fuentes la llevaron a un baño ubicado frente a los calabozos dónde había otros detenidos y allí la obligaron a desvestirse. Según la presunta víctima, en ese baño había un espejo que reflejó lo que pasaba y permitió que los presos la vieran sin ropa.
Asimismo, la adolescente dijo que le hicieron firmar un acta en la que declaraba que no tenía ninguna lesión. Sin embargo, una médico legista constató todo lo contrario. La profesional indicó en su informe que presentaba lesiones leves, de al menos 5 días de recuperación. Sufrió heridas en sus manos, hematomas y edemas.
La chica ingresó a las 14 a la comisaría y se retiró con sus padres 5 horas después.