Para mala fortuna, en el mundo existen personas que tienen la intención de hacer daño con sus palabras. Pues en su afán de sentirse superiores, recurren a agredir a todos los que están a su alrededor.
Esta situación lamentable puede perjudicar a tu hijo y es posible que en el colegio se tope con otros niños que les digan palabras ofensivas y busquen hacerlos sentir mal.
Por lo tanto, es importante que los padres enseñen las maneras de defenderse en esos momentos, para que el pequeño no viva atormentado por las agresiones ni deteriore su estado de ánimo.
Eso sí, es imprescindible trasmitirle al menor que la defensa ni implica violencia. De lo contrario, se acostumbrará a mantener una conducta que le generará muchos problemas a lo largo de su vidas.
En vista de todos estos factores, a continuación te compartiremos algunas técnicas que debes inculcarle a tu hijo para que pueda defenderse. Toma nota y protégelo a tiempo.
1. Responder con ingenio para hacerle frente a las palabras ofensivas
Después de recibir palabras ofensivas, una buena estrategia para responder es invitar al agresor a reflexionar al respecto: “¿en serio no tienes nada realmente importante que decir?” Así, se le comunica al otro niño que no se le da ninguna importancia a lo que él dice ni a sus intenciones de dañar.
2. Enfocar la atención en otro tema
Una gran técnica que puede usar un niño cuando traten de insultarlo es desviar la atención. Por ejemplo, decirle al agresor “¿tú no estabas jugando en la cancha?” O “¿no ibas a ir a comer algo?” De ese modo, se le demuestra al otro que no hay interés en agredir ni en ser agredido.
3. Reírse
Cuando a un niño le diga a tu hijo palabras ofensivas, también puede responder con una sonrisa. Esto le hará saber al otro menor que nada acabará con su felicidad ni con su bienestar. Acto seguido, el agresor entiende que pierde su tiempo, pues de ninguna manera puede alcanzar el objetivo que tenía en mente.
4. Ser indiferente
La indiferencia también es un antídoto muy eficaz en estos casos, ya que el niño que intenta ser ofensivo se da cuenta de que nadie está dispuesto a escucharlo. Por lo tanto, queda desarmado de inmediato y considera que sus palabras no generan ningún impacto negativo en el actuar y el sentir de los demás.
5. Decir un halago
Por último, el niño puede decirle palabras positivas al niño que intenta ofenderlo y demostrarle que de ninguna manera está dispuesto a reaccionar de mala manera. De igual modo, puede transmitirle que él únicamente se fija en los buenos modos y que no hay opción de que se enfoque en algo que no se presente de esta forma.
Defenderse de las palabras ofensivas es posible
Con todas estas técnicas, los niños podrán entender que nadie atentará contra su bienestar si ellos no se lo permiten. Pues, serán capaces de desviar esos ataques y volver a sus agresores totalmente indefensos.
Además, les quedará claro que en ningún momento es necesario ser grosero para defenderse. Esa actitud solo les quita la energía y afecta su estado de ánimo.