La mujer acusada de someter sexualmente a sus hijas y corromperlas, firmó este lunes un acuerdo para abreviar el juicio y aceptó una pena de 12 años y 6 meses de prisión. El caso es estremecedor. Las propias chicas contaron que el concubino de su mamá, condenado en 2013, las manoseaba todo el tiempo. También dijeron que la pareja las llevaba a la cama y les sacaban fotos mientras se duchaban.
Este el caso de la mujer de 47 años que iba a comenzar a ser juzgada este lunes en la Sala I de la Cámara de lo Penal y Correccional por los abusos sexuales contra sus hijas, hechos cometidos entre 2010 y 2011 cuando las niñas tenían 10 y 12 años. La mujer estuvo prófuga durante 8 años, mientras que su concubino, Carlos Olivera, fue detenido y condenado en 2013 a 12 años de prisión por los mismos delitos.
La mujer se había separado del papá de las niñas y posteriormente inició una relación con este topógrafo de 61 años, que la contrató para que limpiara su casa y cuidara sus padres ancianos. Con el tiempo, la mujer se instaló en el domicilio del hombre en el barrio Chacabuco, en Capital, y también llevó a sus hijas pequeñas.
Fue en esas circunstancias que comenzaron los abusos. El hombre sometía a manoseos a las niñas, las hacía andar desnudas por la casa y él mismo se paseaba en bata y les mostraba sus genitales, según el expediente. La madre consentía todo y decía que todo era un juego. Así también la pareja las invitaba a su cama y les sacaba fotos en la ducha.
La denuncia se radicó en 2011, la hizo el padre de las niñas. Al primero que detuvieron fue al topógrafo, mientras que la madre de las chicas luego se dio a la fuga. Carlos Olivera fue juzgado y condenado en 2013.
La mujer fue detenida en 2019. Fue por eso que recién ahora iba a ser juzgada. La fiscal de cámara Marcela Torres la acusa de participación necesaria del delito contra la integridad sexual, gravemente ultrajante, y participación necesaria en corrupción de menores agravado por vínculo, ambos hechos en concurso real.
En febrero último hubo un intento de abreviar el juicio, pero la acusada después se echó para atrás. Este lunes, a la hora de empezar el juicio, la misma mujer hizo saber que estaba dispuesta a acordar el juicio abreviado y reconocer los delitos que se le atribuye. Así fue que la acusada, el defensor oficial Facundo Gil y la fiscal Torres firmaron el acta en el que acepta la pena de 12 años y 6 meses de prisión. La última palabra la tiene el juez Miguel Dávila Saffe, que dará su veredicto el próximo lunes en horas del mediodía.