Días después de que el Gobierno anunciara el pago de un bono de $18.000 que cobrarán monotributistas e informales para paliar la situación económica de los sectores más vulnerables, en un contexto de escalada de la inflación, la Universidad Católica Argentina alertó que de no existir este tipo de asistencia del Estado, el índice de pobreza en Argentina podría llegar al 50%.
Así lo expresó Agustín Salvia, Director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, quien remarcó que son los planes sociales los que sostienen a muchísimos argentinos por encima de las líneas de pobreza e indigencia.
Según dijo Salvia, tanto los bonos como las paritarias tempranas tendrán un efecto positivo entre mayo y julio, por lo que serán elementos de alivio. “Todo esto podría generar otra burbuja de consumo, pero no dejará de ser más que eso, por lo que no se puede ver como algo sostenible en el tiempo ya que se trata de un mecanismo de asistencia que no está fundado”, manifestó.
Este ingreso extra, que se repartirá entre mayo y junio en partes iguales, permitirá que los índices de pobreza e indigencia se mantengan contenidos dentro de las cifras actuales, algo que de algún modo, se estima, daría estabilidad al primer semestre del año.
Según los cálculos de Salvia, la pobreza se podría mantener en torno al 40% en el primer semestre de 2022, mientras que la indigencia rondaría entre el 8% y el 10%, algo muy similar a las cifras actuales.
Estos números no estarían basados en la mayor creación de empleo, sino en estos shocks de ingresos de dinero que impulsa el Gobierno. No obstante, hay que tener en cuenta que el fuerte avance de la inflación, con la consecuente pérdida del poder adquisitivo, podría generar que ese panorama se agudice.