En la mañana del jueves, el personal de salud del Hospital Rizo Esparza, perteneciente a la Zona Sanitaria II, en Angaco, realizó la primera cirugía otológica de implante coclear a tres pacientes: dos menores de 6 y 7 años, y una mujer de 38 años.
Por otro lado, el Dr. Zernotti brindó detalles del procedimiento: “Se realizó la primera cirugía de un dispositivo implantable por vía ósea, destinado a pacientes que tienen pérdida auditiva producto de haber nacido con una oreja mal formada o sin conducto auditivo. Estos pacientes tienen una pérdida aproximada de un 60% y 70% de la audición pero conservan el nervio auditivo sano. Debido a esto, estas personas solamente perciben un 30% de los ruidos, generando un gran trastorno en el aprendizaje, en la adquisición del lenguaje y en su vida cotidiana”.
Además continuó diciendo que “estos dispositivos implantados, llamados bombridge, van a producir vibraciones las cuales puentean – esquivan la falta de oído externo y oído medio, estimulando el oído interno”.
El implante coclear es un dispositivo electrónico que se introduce en el interior de la cóclea, estimula el nervio auditivo y hace que los pacientes con hipoacusia severa o profunda por un daño coclear severo vuelvan a oír. Está compuesto por dos partes: una que se coloca quirúrgicamente debajo de la piel y otra compuesta por el procesador externo que transmite la señal al interno a través de un imán.
Los mismos van alrededor de las partes dañadas del oído y estimulan directamente el nervio auditivo. El nervio auditivo envía las señales generadas por el implante al cerebro y el cerebro las reconoce como un sonido. Escuchar a través de un implante coclear es diferente a escuchar con audición normal, y toma tiempo aprender o volver a aprender a hacerlo. Sin embargo, los implantes permiten a muchas personas reconocer señales de advertencia, entender otros sonidos en el ambiente, entre otros beneficios.
Para los niños pequeños que padecen alguna dificultad de audición, el uso de dicho implante desde pequeños los expone a los sonidos durante un período crítico para el desarrollo de las habilidades del habla y del lenguaje.
Asimismo, pueden beneficiar a algunos adultos que han sufrido una pérdida de audición completa o parcial en una etapa más tarde de su vida. Ellos aprenden a asociar las señales captadas por los implantes con los sonidos que recuerdan, incluso el habla, sin la necesidad de indicadores visuales, como los que se obtienen al leer los labios o del lenguaje de señas.
Finalmente, la Dra. Conti concluyó “los tres pacientes los que se les realizo la intervención, tienen diagnóstico de disgenesía en distintos grados, de pabellón y de conducto o de conducto solamente. Es decir que, solo escuchaban de manera contralateral”.
“Al implante lo va a encender y calibrar el equipo de Fonoaudiología del Hospital Rawson, coordinado por la licenciada Marta Orduña, mientras que el tiempo posquirúrgico se realiza en el Hospital Rawson bajo las instrucciones de la licenciada Carolina Taillant, encargada de encender los equipos en 30 días posteriores a la cirugía ”, cerró.