La jueza federal María Eugenia Capuchetti impuso nuevamente el secreto de sumario en la causa que investiga el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Se trata de una medida surgida luego de la incorporación al expediente del contenido del celular de Brenda Uliarte, la novia del agresor Fernando Sabag Montiel, que está imputada por el mismo hecho.
De acuerdo a lo informado a la prensa por una fuente de la investigación, la información obtenida podría ser clave para esclarecer el hecho. “El teléfono de ella es muy contundente”, afirmaron, aunque prefirieron no revelar más detalles, aunque confesaron que consiste en “pruebas claves”.
Según trascendió, el teléfono podría ser determinante para confirmar la participación de la mujer en el intento de magnicidio contra la ex presidenta, debido a que la coloca como participante activa de distintos grupos de “heaters”.
La participación activa de Uliarte en grupos de Telegram con ideas radicalizadas y, por supuesto, al margen de la ley habría llamado la atención de la Justicia.
Sin embargo, los nombres de esos grupos de Telegram se mantendrán en reserva por temor a que su publicación pueda generar que sumen adeptos, destacaron fuentes.
“Hay un submundo todavía más violento que aquellas expresiones que llegan a hacerse públicas a través de redes sociales”, sintetizó una fuente de la investigación en diálogo con la agencia de noticias Telam. No se descarta que en las próximas horas vayan a ejecutarse medidas de prueba cuyo anticipo podría hacerlas fracasar.
La aparición de nuevos elementos en el expediente podría alterar los planes del juzgado, que durante el fin de semana trabajaba en los autos de procesamientos de Uliarte y de Fernando Sabag Montiel, el hombre que intentó asesinar a Fernández de Kirchner el 1.º de septiembre.