En la práctica, esa decisión autorizará a las aerolíneas a permitir que los clientes hagan y reciban llamadas telefónicas, mensajes de texto y datos tal como lo harían en tierra, según ha señalado la Comisión Europea. El servicio se brindará utilizando un equipo de red especial llamado picocélula que conecta la red en vuelo a tierra a través de un satélite. “El cielo ya no es un límite cuando se trata de las posibilidades que ofrece la conectividad superrápida y de alta capacidad”, indicó en un comunicado Thierry Breton, comisario para el Mercado Interior.
Las aerolíneas podrán proporcionar la última tecnología de redes 5G en sus aviones, según una última actualización llevada a cabo por la Comisión Europea sobre las comunicaciones a bordo, que adelanta la designación de determinadas frecuencias 5G para las comunicaciones de los usuarios.
Actualmente, la normativa impone a los pasajeros apagar los móviles o activar el modo avión antes del despegue y durante toda la duración del vuelo, como medida de seguridad para evitar interferencias con cualquier otro sistema eléctrico o de telecomunicaciones del avión. La conexión con aparatos inalámbricos como móviles, tabletas o portátiles solo es posible mediante una red wifi interna que proporciona la compañía aérea, generalmente como servicio de pago.
Sin embargo, la Comisión Europea va a habilitar una banda de frecuencias específicas para el uso del 5G, asegurándose que no interfiere con ninguno de los aparatos electrónicos del avión, de forma que el viajero podrá mantener encendido en todo momento sus móviles. No obstante, estos solo funcionarán a bajas altitudes y siempre que las condiciones atmosféricas sean favorables. Además, el comandante del avión podrá ordenar en cualquier momento el apagado de los móviles si así lo estima oportuno. “El 5G permitirá servicios innovadores para las personas y oportunidades de crecimiento para las empresas europeas”, ha indicado Breton.
Será seguro pero no gratis
Pero el hecho de que se vaya a poder usar el móvil en el avión no significa que vaya a ser gratis. Todo apunta a que las compañías móviles y, en su caso, también las aerolíneas, exigirán una tarifa especial, ya que durante la conexión se pueden utilizar redes en tierra de más de un país, por lo que se generará un coste de roaming. Además, las compañías aéreas tendrán que realizar una inversión considerable para instalar los equipos que permitan conectar las redes móviles terrestres con el avión en vuelo a través del satélite.
La Comisión también ha introducido novedades para el transporte por carretera, donde se podrá ejecutar wifi con bandas de frecuencia de 5 GHz en coches, autobuses y otros medios de transporte. Una medida que se hará efectiva el próximo 30 de junio de 2023 “a más tardar”, según la institución.
La medida ocasionó ya una fuerte polémica cuando se atisbaron los primeros planes para su implementación. En 2020, la Comisión Federal de Comunicaciones de EE UU echó por tierra los planes para permitir los servicios de voz y datos en vuelo a través de frecuencias inalámbricas móviles, arguyendo que había una fuerte oposición, incluso de los pilotos de aerolíneas y asistentes de vuelo, por motivos de seguridad y seguridad nacional.
De hecho, a comienzos de este año las principales aerolíneas de Estados Unidos daban la voz de alarma enviando una carta conjunta a los principales organismos que regulan la aviación y hasta a la propia Casa Blanca, advirtiendo de que si las operadoras encendían la red 5G cerca de los aeropuertos, la seguridad de miles de vuelos estaba en peligro. La razón de esta alarma es que las frecuencias en las que funciona la nueva generación de telefonía móvil puede interferir con la que usan los aviones para medir su altitud, lo que puede derivar en accidentes catastróficos. Emirates, Air India, Lufthansa, British Airways o Japan Airlines, entre otras, anunciaron cancelaciones o cambios de vuelos con destino a EE UU por este motivo.
No obstante, en Europa la situación es completamente distinta porque los márgenes de las frecuencias son mayores y no hay peligro de interferencias. Así lo hicieron saber las distintas administraciones responsables de la seguridad aérea en contacto con las autoridades europeas que llevan trabajando desde hace más de dos años para evitarlo. En efecto, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales (SETID), en coordinación con la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) han estudiado el tema en diversas reuniones de sus grupos de trabajo y han realizado varios informes para garantizar que cuando el 5G se generalice en España se garantice completamente que no interferirá con los sistemas de seguridad de los aviones, informaron a EL PAÍS en fuentes oficiales.
Los cuatro grandes operadores —Telefónica, Vodafone, Orange y MásMóvil— están también participando en distintas reuniones para asegurar que la nueva tecnología, llamada a revolucionar las telecomunicaciones y a la industria conectada, sea segura para la aviación.