El viernes pasado una noticia puso en alerta al mundo minero sanjuanino: circuló que la compañía canadiense Lundin, a cargo del proyecto de cobre Josemaría, les informó a sus accionistas que si no asegura el financiamiento adecuado para el desarrollo del proyecto minero ubicado en San Juan, podría posponerlo o incluso abandonarlo. La definición se basó en el informe de resultados operativos y financieros dónde la firma minera expresa sus planes para 2024.
- ¿Lundin podría abandonar o posponer el Proyecto José María porque no encuentra inversores?
La semana pasada, la compañía Lundin Mining publicó los resultados anuales y del cuarto trimestre del 2023, y allí comunicó a sus accionistas e inversores acerca de la evolución del negocio. Y el comunicado de prensa fue exactamente por el otro extremo: ratificó este compromiso que tiene la compañía para el desarrollo de Josemaria. Hizo un repaso del año y destacó los resultados financieros que fueron positivos.
- ¿ Por qué surgió la versión de que se va a posponer, o se podría abandonar el proyecto?
Creo que la confusión sale por que las compañías tienen la obligación de informar a sus accionistas sobre la evolución del negocio. Estos reportes tienen al final del informe secciones con cláusulas de advertencia, donde se hace un repaso de todos los riesgos que tiene el negocio: de tipo climático, de la solidez de un directorio y de las condiciones o el contexto macroeconómico de los países donde se está desarrollando, riesgos de toda índole. Hay una sección específica sobre Josemaría pero es un texto como de cajón, que ya salió en reportes anteriores. No es algo nuevo. Ese texto incluso está en todos los reportes financieros de cualquier otra compañía que cotiza en la bolsa. Sin ir más lejos, YPF, por nombrar una argentina, también lo tiene. Más allá de que la compañía está comunicando resultados positivos y proyectando mejores resultados para el 2024, a los accionistas hay que decirles cuáles son los riesgos a los que pueden estar expuestos sus inversiones en esta compañía. Eso que circuló sobre abandonar o posponer el proyecto causó angustia en los empleados de Josemaria. Hay 1.200 personas trabajando entre directos y contratistas
- En abril de este año se cumplirán dos años desde que Josemaría obtuvo la Declaración de Impacto Ambiental. Veladero apenas obtuvo su DIA arrancó su construcción. ¿Por qué Josemaría está demorado?
No está demorado. Josemaría está siguiendo los tiempos que tiene y que requiere un proyecto de su envergadura. Veladero, una de las minas de oro más grandes del país, obtuvo la DIA y ahí nomás comenzó la construcción, pero es una mina de oro y Josemaría va a ser una mina de cobre. Y el despliegue, la distribución, las operaciones son distintas; porque los procesos son distintos, los yacimientos son distintos. En abril de 2022 obtuvimos la DIA con una serie de requerimientos. Algunas cosas, la veníamos haciendo, otras han generado estudios complementarios, asociados a perforaciones o a estudios de campo que deben compatibilizarse con la situación del clima. Una de las cosas que la autoridad nos planteó en el proceso de evaluación, fue el cambio en el diseño del depósito de colas. Y es mucho trabajo de ingeniería, de gabinete, de diseño, y la relación es permanentemente de ir y venir con la autoridad minera.
- Contemplando esa situación, ¿Cuándo arrancaría la construcción del proyecto?
Bien, es la pregunta del millón. No hay una fecha precisa, el día que tengamos una fecha, por supuesto que nos vamos a enterar todos. Estamos altamente regulados, tenemos que dar cuenta e informar debidamente sobre esto. En abril próximo viene la primera actualización del informe de impacto ambiental, tal como lo dictamina la ley vigente, y ahí se informa cualquier tipo de novedad que la empresa necesite transmitirle a la autoridad. En el medio también se está avanzando con distintos tipos de permisos sectoriales, y además hubo un cambio de autoridades.
- Jack Lundin ha dicho en dos oportunidades, en el último año de las intenciones de vender el proyecto. ¿Se vende Josemaría?
Nosotros estamos transcurriendo en este momento en un proceso de evaluación de distintas fuentes de financiamiento para la construcción. Estos emprendimientos mineros, desarrollarlos, por supuesto involucra una inversión de una envergadura importante. Entonces, por lo general, lo que se hace es un proceso de disminuir los riesgos a esa inversión.
- ¿Cómo se disminuye el riesgo a estas inversiones tan grandes?
Buscando socios. Entonces, si uno hace un recorrido, bueno, ahora hay otros proyectos acá en San Juan que vienen también anunciando la participación de otras empresas, incluso empresas que no son del ámbito minero. Por eso se están evaluando distintas opciones.
- ¿Es posible que lleguen las inversiones en la actual situación política y económica del país? Hace un año se habló del interés de una empresa japonesa, qué pasó?
Esa es una pregunta que me excede, porque es un análisis macroeconómico del país y hay personas más indicadas que yo para explicar eso. Sí me puedo remitir a Adolf y Lucas Lundin y su característica de ser visionarios, y de ver oportunidades a pesar de las dificultades cuando otros inversionistas descartaban ese objetivo. Justamente la semana que se viene se realiza la PDAC, la feria minera en Canadá; y allí la compañía va a recibir un premio por toda su trayectoria.
- ¿A nivel provincial, siguen buscando el desarrollo de cierta infraestructura a través del repago de regalías con el nuevo gobierno?
Son conversaciones que en paralelo a lograr este marco de estabilidad nacional, también a nivel provincial. Y con las nuevas autoridades, porque hubo un recambio, también se tienen que empapar mejor del proyecto. Se está conversando de la infraestructura que necesita el proyecto, como por ejemplo la línea de extra alta tensión.
- En conclusión, ¿hay tranquilidad en que Josemaría seguirá trabajando?
– Sí, sí, totalmente. Sí, seguimos trabajando. Hay momentos en los que, por supuesto, por la coyuntura local, nacional y global, incluso tras l pandemia todavía se sigue teniendo algunos coletazos. Pero ahí también está la visión de algunas compañías aún así, de mantenerse firmes en cuáles son sus objetivos y tratar de generar la mayor rentabilidad a sus accionistas. También hay proyectos sólidos, sostenibles y que devuelven un impacto positivo para las comunidades que son anfitrionas.
Fuente: https://www.tiempodesanjuan.com/