Según dijo, su idea es ejercer como profesora de educación física.
María Cecilia Román, la gran campeona sanjuanina, le puso final a su carrera como boxeadora. La púgil comenzó a recorrer el camino del boxeo ya de grande, a los 23 años, cuando cursaba el último año de educación física. Hizo 24 peleas en el campo amateur, debutando como profesional el 13 de mayo de 2011 y convirtiéndose en la primera mujer profesional de San Juan.
Desde ese momento, tuvo una vida acelerada en su carrera, sacrificando muchas cosas importantes de su vida personal, con el convencimiento de que ese esfuerzo valdría la pena para alcanzar objetivos y hacer realidad sueños como fue consagrarse campeona mundial y defender durante varios años ese título.
Pasaron 13 años de boxeadora profesional. ¿Cuánto cambió la vida de Cecilia?
“Me cambió muchísimo, impensado todo lo que cambié, por todo lo recorrido, por las cosas difíciles por las que una pasa y se va transformando para poder seguir y también por las cosas buenas que tienen que ver con los cambios que van sucediendo. Siempre dije que el deporte es un eje que cruza toda mi vida y el boxeo me reveló, me mostró muchísimas cosas de mí que no conocía, me hizo conocerme de nuevo”.
Para progresar en su carrera tuvo que tomar la decisión de dejar a sus hijos en San Juan para ir a entrenar a Buenos Aires. Cuando habló con Ledesma sabía que sería una condición para entrenar con él. Cómo enfrentó ese momento.
“La decisión fue 2016, que es la primera vez que fui cuando estaba haciendo el curso de técnico de boxeo, allí conozco a Juan Ledesma, a través de internet, viendo videos. Él era y es el director de la escuela de entrenadores de la Federación Argentina de Boxeo. Yo me sentía muy identificada con sus conceptos y la manera de enseñar que tenía. Cuando él da un seminario, decidí hacerlo.
Recuerdo que encontré unos pasajes aéreos muy baratos y me fui a Buenos Aires el fin de semana. Estando ahí, pensé: yo le pregunto, no pierdo nada. No sabía que era el técnico de Yésica Bopp. Me dijo que si podía hacerme cargo del costo de los gastos de viajes y estadía, él podía enseñarme, pero no se podía hacer cargo de mí; así fue que viajé en noviembre y llegué justo cuando Yésica peleaba y me tocó hacer guantes con ella. Hice cuatro rounds y no me olvido más porque sentí que fueron como diez. Así inició todo, fue muy rápido”.
¿Cómo fue dura la vida en Buenos Aires, viviendo sola?
“En un principio mi idea, que le expliqué a Juan, era ir y que me enseñara. Volvía a San Juan y seguía trabajando sobre los conceptos que él me corregía y volvía a viajar al mes o a los dos meses. La idea era estar un par de semanas y volver, principalmente por mis hijos.
El tiempo fue modificando cosas y terminó trabajando conmigo al presentarse la oportunidad del título del mundo y así fue que fueron surgiendo más compromisos y mis hijos, mi familia se fueron adaptando también. Al principio, cuando me quedaba un par de semanas lo llevaba bien, pero cuando me tenía que quedar uno o dos meses me costaba más, a tal punto que no me gustaba viajar en avión porque en una hora y media estaba en Buenos Aires y no me adaptaba tan rápido a ese cambio de dejar San Juan; en cambio, las 15 horas de viaje en colectivo era como que me iban permitiendo adaptar la cabeza a ese cambio.
Hay caminos que requieren cierta soledad y más en este tipo de cosas donde se buscan logros o cosas donde llegan pocos. Siempre digo que el camino se vuelve más angosto y no pasa toda la gente ni uno puede llevarla. En ese camino pasan dos o tres personas y uno lo transita en soledad, a veces. Creo que es un requisito indispensable en todos los grandes logros y yo, que soy una persona solitaria, que no tiene problemas en hacer las cosas, sola, eso me jugó a mi favor”.
¿Qué le dio el boxeo a través de los años?
“Me dio muchísimas cosas; una de ellas fue descubrirme, ver otras facetas mías que de no ser por el deporte, no los hubiese conocido, me dio mi familia, muy lindos momentos, amigos, muchísimas cosas que son innumerables.
Algo que no volvería a hacer o de la que se arrepiente? “No soy de pensar cosas de las que uno se arrepiente. Considero que uno hace lo mejor posible en el momento, con las herramientas que tiene, siempre hablo del fracaso del error como parte de los aprendizajes y gracias a muchas cosas en las que me equivoqué, me llevaron a donde estoy.
Lo que sí no haría es no bajar tanto de peso a una categoría más baja, ya que uno cumple con la balanza, pero te resta en el desempeño de pelea”.
Cómo ve la evolución del boxeo femenino
“El boxeo femenino ha evolucionado bastante, pero aún falta que crezca en la parte comercial, en las boxeadoras también, ya que son varios factores que van creciendo de la mano porque en la medida que la boxeadora se comprometa y sea profesional, un promotor, la televisión pueden arriesgar a transmitir peleas; son muchos factores los que deben ponerse en juego porque se puede tener eventos y alguien que quiera transmitir, pero si no hay una boxeadora responsable en la cual se pueda confiar, no sirve y al revés, igual”.
Viajó, conoció otros lugares del mundo, se encontró con ídolos mundiales. ¿Eso fue un mimo o cómo lo considera?
“El viajar, conocer lugares, conocer grandes personalidades y el reconocimiento de la gente son las recompensas que te demuestran que valió el esfuerzo realizado”.
¿Cuándo fue el click que comenzó a dar vueltas en su cabeza para decir no sigo?
“A fines del año pasado comencé con una molestia en los pies (lesión en los metatarsos) por la cual no podía correr, me molestaba bastante hasta para caminar, por lo que tuve que parar. De todos modos, después de la pandemia no pude volver a armar un equipo que me acompañara; por ejemplo me quedé sin preparador físico y no pude conseguir otro. Eso, sumado a la lesión me hizo decir: paro. A esta altura de la carrera, parar tiene un costo muy alto y ello me llevó a decidir no seguir”.
¿Cómo seguirá la vida de Cecilia Román?
“Voy a continuar con cosas que dejé cuando tuve que empezar a viajar a Buenos Aires, que es mi carrera de profesora de educación física, dando clases como hacía antes. Ya con la pandemia había reactivado dando clases online con un grupo de alumnos que me esperó y bancó.
Voy a seguir con la actividad física como medio de vida y un factor importante que ayuda a las personas. Voy a buscar un deporte que tenga categoría veteranos porque me gusta entrenar y competir, que es ponerse objetivos y superarlos. También me gustaría poder dar capacitaciones en boxeo o actividad física”.
Finalmente, hay mucha gente a quien agradecer. “Empiezo agradeciendo a mis hijos, a mi familia, ya que mis hijos eran quienes podían llegar a impedirme seguir y por el contrario, fueron motivadores, al igual que mis hermanas que los cuidaron; a la gente del club Landini, José Rojas y Luis Tobares, con quienes retomé mi carrera y pudimos hacer un gran trabajo para llegar al título argentino. Al equipo de Juan Ledesma y Richard Meloni, que sin conocerme mucho, apostaron a mis sueños y se comprometieron con toda la pasión. A todos los sponsors que me apoyaron a lo largo de mi carrera y a la gente, a las amistades, a los que han estado junto a mí en todo este tiempo”.
Fuente:https://www.diariodecuyo.com.ar/