Llegaron a ser más de 30 en la provincia, pero la comunidad va disminuyendo paulatinamente. La crisis económica, uno de los desencadenantes.
Buscando mejores oportunidades económicas, son muchos los africanos que deciden emigrar solos o en familia. En la última década y media, en San Juan se había formado una importante comunidad de ciudadanos senegaleses que eligieron la provincia como segundo hogar. Sin embargo, durante los últimos años, se dio un éxodo que hizo que muchos volvieran a armar sus valijas para irse a Buenos Aires u otros países del mundo.
Hace un par de años, las esquinas de Libertador y Alem, Mendoza y Libertador y esta Avenida y Tucumán eran algunas de las más elegidas en la Ciudad de la provincia para trabajar vendiendo principalmente lentes o bijouterie. Sin embargo, ahora prácticamente ya no se ven en esas intersecciones.
Al respecto, Maktar Lo, más conocido como “Papilo”, uno de los inmigrantes de ese país que decidió reiniciar su vida San Juan, comentó que, muchos de sus compatriotas habían llegado a partir de 2009 y en los años posteriores.
De hecho, la comunidad llegó a ser tan importante que hasta se reunía para poder celebrar eventos propios de su cultura. Entre ellos, por ejemplo, hace unos años la plaza de Villa Krause fue epicentro del festejo de Magal de Touba, el evento religioso más importante del país en la que se recuerda la figura del Cheikh Ahmadou Bamba, quien fundó en 1883 el muridismo, una doctrina dentro de la religión musulmana profesada por gran parte de la población de su país.
Sin embargo, después, muchos de ellos decidieron emprender viaje para emigrar nuevamente. Algunos, por cuestiones personales y otros, en búsqueda de nuevo horizontes mientras la economía argentina iba en declive.
“Algunos se fueron a Buenos Aires, otros volvieron a Senegal y también hay quienes se fueron a otros países, como Estados Unidos, Inglaterra o España”, comentó el hombre que vive junto a su familia en Rawson y es dueño de un local comercial en Villa Krause. Al mismo tiempo afirmó que “la mayoría de los quedamos estamos acá, en Rawson, seremos 5 o 6”.
Papilo, que está en contacto con sus paisanos que viven en la provincia, contó también que, la mayoría decidió irse luego de la pandemia. “Fue antes del cambio de Gobierno. Se empezaron a ir hace unos 2 o 3 años. El último se fue cerca de julio de 2023”, comentó.
A pesar de eso, él como otros de sus compañeros logró asentarse junto a su familia en la provincia, hacer crecer su emprendimiento y crear raíces para poder continuar su vida, aquí.
Fuente: https://www.tiempodesanjuan.com/
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