Son muchas las personas que en el día a día buscan soluciones naturales y efectivas para los problemas digestivos, como gases o inflamación de colon. Y cada vez son más las que recurren a alternativas que la madre naturaleza nos ofrece.
La hierbabuena ha sido durante mucho tiempo un recurso confiable en la medicina. Es una fuente de alivio para los problemas estomacales y también una aliada para calmar los nervios y mejorar la calidad del sueño.
¿Cómo consumir la hierbabuena para mejorar la salud gastrointestinal?
La hierbabuena, con su aroma fresco y sabor mentolado, ofrece una gama de opciones para su consumo, desde infusiones hasta cápsulas y aceite. Aprovechar sus propiedades medicinales puede marcar la diferencia en el bienestar digestivo y general.
Para preparar una infusión de hierbabuena, elegí hojas frescas y seguí estos pasos: herví dos tazas de agua, retirá del fuego y agregá un puñado de hojas de hierbabuena.
Después cubrí y dejá reposar durante 5 minutos, luego colá y disfrutá. Esta infusión es refrescante, puede aliviar los malestares estomacales y reducir la inflamación del colon.
El aceite de hierbabuena, reconocido por su efecto antiespasmódico, es una opción valiosa para aquellos que buscan alivio de los calambres estomacales y las flatulencias.
Según las recomendaciones del Sistema Sanitario del Reino Unido, las cápsulas de aceite de hierbabuena son una forma efectiva de consumo, con una dosis diaria recomendada de hasta tres cápsulas. Sin embargo, es fundamental no exceder esta dosis y, en caso de preferir el aceite líquido, es aconsejable consultar a un profesional de la salud antes de su consumo.
Además de sus beneficios digestivos, el aceite de hierbabuena también puede ser un aliado en el alivio de dolores de cabeza. Según la organización Monte Sinaí, una mezcla de 10% de aceite de hierbabuena y 90% de etanol, aplicada ligeramente en la frente, puede proporcionar alivio.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el consumo de aceite de hierbabuena puede tener efectos secundarios, como acidez estomacal e indigestión, por lo que es recomendable moderar su consumo y estar atento a cualquier reacción adversa.
Consejos para cultivar tu propia hierbabuena
Cultivar hierbabuena en tu propio hogar es una excelente manera de garantizar un suministro constante de esta hierba medicinal tan beneficiosa. Acá tenés algunos consejos para empezar:
- Elegí un lugar soleado: la hierbabuena prefiere la luz solar directa, así que elegí un lugar en tu jardín o balcón que reciba al menos 6 horas de sol al día.
- Usá tierra bien drenada: asegurate de plantar tu hierbabuena en una tierra con buen drenaje para evitar que las raíces se pudran. Mezclá un poco de compost o abono orgánico para enriquecer el suelo.
- Regá regularmente: la hierbabuena necesita un riego regular para mantenerse saludable, especialmente durante los meses más cálidos. Regá la planta cuando la tierra esté seca al tacto.
- Cosechá con cuidado: para cosechar la hierbabuena, simplemente cortá las hojas superiores con tijeras o con los dedos. Dejá que la planta continúe creciendo para asegurar un suministro constante de hojas frescas.
- Controlá el crecimiento: la hierbabuena tiende a crecer rápidamente y puede volverse invasiva si no se controla adecuadamente. Mantené la planta podada para evitar que se propague demasiado.
- Disfrutá de tu hierbabuena fresca: una vez que tengas tu propia planta de hierbabuena, podrás disfrutar de sus beneficios frescos siempre que lo desees. Ya sea en infusiones, en la cocina o como parte de tus remedios caseros, tener hierbabuena a mano te brindará un toque de frescura y salud en tu vida diaria.