Desde la antigüedad hasta nuestros días, las pestañas han ejercido una fascinación constante en la humanidad. A lo largo de los milenios, estas delicadas hebras han sido adornadas, realzadas y sometidas a diversos tratamientos en pos de la belleza y la salud ocular. Pero, ¿cuánto sabemos realmente sobre estas pequeñas protagonistas de nuestra mirada?
Las pestañas, esas delicadas hebras que enmarcan nuestros ojos, desempeñan un papel crucial en la protección ocular. Su principal función es actuar como una barrera física, protegiendo nuestros ojos de las partículas externas que podrían causar irritación o lesiones.
Una peculiaridad notable es la diferencia de longitud entre las pestañas del párpado superior e inferior. Las del párpado superior suelen ser más largas, proporcionando una capa adicional de protección y ayudando a evitar que partículas entren directamente en los ojos desde arriba.
En cuanto a su composición, las pestañas están mayormente compuestas por queratina, una proteína, y agua. Esta estructura molecular les confiere resistencia y flexibilidad, características esenciales para su función protectora.
Es normal que entre 1 y 5 pestañas caigan diariamente, ya que forman parte de un ciclo de crecimiento continuo que puede durar entre 30 y 45 días. Afortunadamente, las pestañas caídas suelen volver a crecer, a menos que condiciones como la madarosis, que pueden afectar este proceso, estén presentes.
Además de proteger nuestros ojos, las pestañas pueden ser un hogar para microbios y bacterias, aunque en general no representan un riesgo significativo para la salud ocular. Sin embargo, es importante mantener una higiene adecuada y utilizar maquillaje y productos para el cuidado de las pestañas de manera segura y responsable. Los sérums de pestañas, pueden promover un crecimiento saludable y fortalecer las pestañas, pero es esencial tener en cuenta factores como la alimentación, la edad y el estado hormonal para mantener unas pestañas saludables y hermosas a lo largo del tiempo.
Formas de cuidar las pestañas:
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Higiene adecuada: Lava suavemente las pestañas con un limpiador suave para eliminar la acumulación de suciedad y residuos de maquillaje que pueden obstruir los folículos y causar irritación.
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Limita el uso de maquillaje: Evita el uso excesivo de máscaras de pestañas y maquillaje pesado, especialmente las fórmulas impermeables, que pueden dañar y debilitar las pestañas.
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Nutrición balanceada: Mantén una dieta rica en vitaminas y minerales, como biotina, vitamina E y ácidos grasos omega-3, para promover el crecimiento saludable de las pestañas.
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Utiliza sueros y acondicionadores: Aplica sueros y acondicionadores específicos para pestañas para fortalecerlas, hidratarlas y estimular su crecimiento.
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Evita rizadores de pestañas: El uso excesivo de rizadores puede debilitar las pestañas, así que opta por métodos más suaves para levantarlas, como el uso de máscaras rizadoras.
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Cuida al remover el maquillaje: Sé delicado al retirar el maquillaje de los ojos para evitar dañar las pestañas. Utiliza movimientos suaves y productos suaves para desmaquillar.
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Consulta a un profesional: Si tienes problemas persistentes con tus pestañas, como pérdida excesiva o debilitamiento, busca la orientación de un dermatólogo o especialista en cuidado de los ojos
Fuente:Marie Claire Argentina