Argentina puso en circulación este martes un billete de 10.000 pesos (11 dólares) que será el de mayor denominación, superando el de 2.000 pesos (2,20 dólares) lanzado hace un año como respuesta a la alta inflación del país y que precede a un billete de 20.000 programado para fin de año.
“El Banco Central de la República Argentina (BCRA) pone en circulación el nuevo billete de 10.000 pesos, que será distribuido progresivamente desde hoy a través de la red de sucursales bancarias y cajeros automáticos de todo el país”, anunció en un comunicado el BCRA, que busca facilitar las transacciones y reducir los “costos de adquisición de los billetes terminados”.
Argentina atraviesa hace años una crisis económica que conjuga una restricción al crédito externo, una inflación galopante que deprecia la moneda -en marzo de 2024 llegó al 287% interanual- y un índice de pobreza del 42% de la población en diciembre, según el último dato oficial, pero superior a 57% desde diciembre según la Universidad Católica local.
La inflación y las constantes devaluaciones de la moneda de los últimos años hicieron perder valor a los billetes vigentes y complicaron a los ciudadanos, que deben llevar grandes cantidades de divisas consigo. Ello condujo a gobiernos anteriores a quitar de circulación los billetes más bajos: el de dos, cinco y diez pesos.
El nuevo billete de 10.000 pesos tiene como imagen principal la de Manuel Belgrano (1770-1820), creador de la bandera argentina y comandante del denominado Ejército del Norte durante la guerra de la independencia de Argentina a principios del siglo XIX.
El billete liderará el podio de valor por poco tiempo, ya que el BCRA adelantó que el último trimestre del año verá la puesta en circulación del billete de 20.000.
Apenas el año pasado el gobierno antecesor del expresidente Alberto Fernández tuvo que duplicar el valor del billete más alto en circulación -entonces 1.000 pesos (4 dólares al tipo de cambio de ese momento)- hasta la fecha.
La emisión de nuevos billetes de alta denominación es historia repetida en Argentina: en los últimos 140 años cambió cinco veces el nombre de su moneda y llegó a tener una divisa en papel de 1.000.000 de pesos en la década de 1980 durante la última dictadura cívico militar (1976-83), en medio de un contexto hiperinflacionario.