A raíz de la detección de irregularidades en algunas regiones del país con respecto a las jubilaciones por invalidez, la Seguridad Social ha decidido suspender temporalmente las contribuciones. Esta medida se toma en un contexto donde la cifra de pensiones no contributivas por invalidez ha alcanzado los 1.215.548 casos.
Quiénes eran los destinatarios de las pensiones
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el abogado previsional, Norberto Markarian, quien explicó que, “hasta ahora, las pensiones por invalidez se otorgaban a personas con un grado significativo de incapacidad física o mental, que alcanzara al menos el 76%”. Sin embargo, “en 2023 se modificó la norma para incluir la vulnerabilidad social como un criterio adicional”.
Según el entrevistado, este cambio provocó problemas, ya que en ese momento “había 79,581 pensiones, y en algunos lugares como Taco Pozo en el Chaco, incluso una torcedura de tobillo podía resultar en una pensión por invalidez”, ejemplificó.
A cuánto aumentó la cifra de pensión por discapacidad
Markarian contó que durante los gobiernos de Cristina Fernández y Alberto Fernández, la cifra de pensiones no contributivas por invalidez aumentó a 1.215,548, generando “una situación insostenible”, donde además de los 6 millones de personas actualmente jubiladas, “la Nación está pagando aproximadamente más de 10 millones de beneficios, incluyendo estas pensiones no contributivas”.
En continuidad con el tema, el abogado sostuvo que esta situación implica que los trabajadores y monotributistas “están contribuyendo a un sistema que, en lugar de asegurar su jubilación futura, está sobrecargado por estas pensiones”. Y agregó: “El número de pensiones no contributivas alcanzó cifras alarmantes”.
Cuáles son los cambios en las jubilaciones no contributivas
Al ser consultado sobre el monto de las jubilaciones no contributivas, el entrevistado mencionó que, “con alrededor de 1.115.000 personas cobrando aproximadamente 180.000 pesos mensuales, sumado a bonos, el gasto es inmenso”. Y ejemplificó: “Esta situación es especialmente grave en provincias del noroeste argentino, como Tucumán, Chaco, Salta, Jujuy y Misiones, donde se concentra la mayor parte de estos beneficios”.
Para Markarian, “es evidente que este sistema no puede sostenerse en su estado actual” porque “si continúa así, el sistema jubilatorio argentino perderá la credibilidad de los aportantes actuales, que al momento de jubilarse se encontrarán con una caja más vacía”. Y cerró: “Es importante abordar esta situación con seriedad y reformar el sistema para garantizar su sostenibilidad”.