Ingresado a la Cámara de Diputados el nuevo régimen electoral que brindará las reglas de juego para las Elecciones del 2023, desde el oficialismo tienen la convicción que si no se aprueba con amplio consenso y antes que finalice septiembre, deberán descartarlo. Si esto sucediera, el Gobierno sabe que tiene a disposición la vuelta a las internas partidarias, el método de elección anterior a las PASO que fueron eliminadas en diciembre pasado.
Es que si bien el Sistema de Participación Democrática Ampliada, nombre que se maneja para el nuevo sistema electoral, necesita de 24 votos para que se convierta en ley, el oficialismo quiere que obtenga al menos 28 votos en la sesión que se trate. Consideran que con esta última cifra, quitarán de la discusión el mote de “proyecto oficialista” y se comenzará a hablar del consenso logrado en la discusión que se dará en las comisiones, paso previo a que llegue al recinto. En este punto vale resaltar que el proyecto, que hoy tomará estado parlamentario, ingresó con la firma y el apoyo de todos los bloques menos de Juntos por el Cambio.
La búsqueda del amplio consenso es tal, qué altas fuentes gubernamentales advirtieron que el propio gobernador Sergio Uñac no duda en afirmar que si no se obtiene el consenso que se busca, la discusión se termina y desde el oficialismo quitarán el proyecto para que directamente se vuelva al régimen anterior a las PASO, dónde los candidatos se elegían por internas partidarias con exclusivo voto de los afiliados.
En este punto también es fundamental lo temporal, ya que todos en el gobierno saben que si la discusión se demora, esto atenta contra el clima electoral de la provincia sumando incertidumbre. Por eso es que el oficialismo busca que el nuevo sistema electoral esté aprobado antes que finalice septiembre. Para cumplir con ello, se impulsará una agenda furtiva en las próximas semanas en las que las comisiones deberán trabajar a contrarreloj para cumplir con el plazo.
Apertura Para La Negociación
La primera señal de acercamiento del oficialismo con todos los bloques que son parte del Frente de Todos, fue la habilitación de la discusión en las comisiones que corresponden y sin topes. Es decir, que el Gobierno cedió a dar mayor apertura para que haya más candidatos a gobernadores e intendentes por frente, justamente uno de los mayores requerimientos.
En la ampliación de candidatos a intendente fue clave la negociación de Mauricio Ibarra al pensar en el panorama electoral que vivirá Rawson con las fuertes figuras que tiene el frente en el departamento. De esta manera pasó de 3 candidatos como máximo a que ese número quede libre.
Mientras que, para la categoría Gobernador, el requisito es que toda lista que postule a un candidato deberá tener al menos representación en 10 departamentos.
El otro punto a discutir es que el proyecto ingresó con un porcentaje del 20% para poder alcanzar la proporcionalidad en los órganos legislativos, pero tal cual adelantó DIARIO HUARPE esta cifra se bajará a 10%.
Negociación Con El Giojismo
La última traba antes que se presentara el nuevo proyecto de código electoral fue la negociación con el bloque Lealtad que integran Juan Carlos y Leonardo Gioja junto a Graciela Seva. Para desbloquear el apoyo de estos legisladores, el oficialismo necesitó de prometer que se derogará la ley aprobada en diciembre pasado que terminó siendo judicializada por el giojismo.
Es por esto que los diputados del bloque Lealtad acordaron que darán apoyo a la derogación de la ley decisoria 613-N, siempre y cuando antes deroguen lo votado en la sesión que quitó las PASO.
Dato
Para avanzar en el nuevo código electoral, el oficialismo necesitará derogar la ley decisoria 613-N. Para ello debe convocar a una sesión especial y deberá obtener dos tercios de los 36 votos.
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