La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una advertencia clara: hay un hábito que, si persiste, puede disminuir significativamente tus posibilidades de alcanzar los 80 años de edad.
Fumar tabaco causa un gran impacto negativo en la salud de las personas y evitarlo te puede ayudar a tener una vida más larga. En este nota, exploraremos en detalle cómo afecta nuestra esperanza de vida fumar y qué acciones podemos tomar para revertir su influencia en nuestra salud.
Fumar tabaco: el mal hábito que debés eliminar si querés vivir hasta los 80 años
En un reciente artículo, la OMS recomienda encarecidamente abstenerse de consumir tabaco, subrayando los graves riesgos que este hábito conlleva para la salud, tales como enfermedades cardiovasculares, pulmonares y cáncer, entre otros.
Asimismo, enfatiza la necesidad de adoptar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras, como parte fundamental para mantener un cuerpo sano y resistente a enfermedades. Además, la OMS resalta la relevancia de la actividad física regular, ya que no solo fortalece los músculos sino también el sistema inmunológico y previene enfermedades.
Estas medidas no solo tienen el potencial de mejorar la capacidad física y mental, sino que también pueden retrasar la dependencia de los cuidados en la tercera edad.
La influencia del entorno físico y social en el bienestar de las personas mayores es un aspecto destacado en el artículo de la OMS. La disponibilidad de edificios y transportes públicos seguros y accesibles, así como espacios propicios para caminar, juega un papel crucial en la capacidad de las personas mayores para moverse con facilidad y mantener un estilo de vida activo.
La diversidad en la experiencia de la vejez no es aleatoria, sino que está profundamente influenciada por el entorno físico y social en el que las personas viven, así como por factores personales como la familia, el sexo y la etnia.
¿Cuáles son las consecuencias de fumar tabaco?
El tabaquismo acarrea una serie de repercusiones devastadoras para la salud que van más allá de los problemas respiratorios comúnmente asociados. Estas repercusiones generan que la esperanza de vida de hasta los 80 años disminuya. Algunas de las principales consecuencias:
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Enfermedades cardiovasculares: fumar aumenta el riesgo de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares al dañar las arterias y favorecer la formación de coágulos sanguíneos.
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Cáncer: el tabaco es un factor determinante en el desarrollo de varios tipos de cáncer, como el de pulmón, boca, garganta, esófago, vejiga, riñón, páncreas y cuello uterino, entre otros.
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Debilitamiento del sistema inmunológico: fumar hace que el cuerpo sea más susceptible a infecciones respiratorias como la gripe y la neumonía al debilitar las defensas del organismo.
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Impacto en la salud bucal: el tabaquismo aumenta el riesgo de enfermedades de las encías, pérdida dental y cáncer oral, deteriorando así la salud bucodental.