El Regimiento de Infantería 1″Patricios” (RI 1), más conocido como Regimiento de Patricios, es una unidad del Ejército Argentino que tuvo su origen en el cuerpo miliciano formado el 15 de septiembre de 1806 en Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, luego de la primera invasión inglesa. Su formación fue consecuencia de la proclama del 6 de septiembre del capitán de navío y posterior virrey Santiago de Liniers y Bremond, que invitó voluntariamente a todos los ciudadanos a armarse contra el enemigo británico. Así nació la «Legión de Patricios Voluntarios Urbanos de Buenos Aires». Su bautismo de fuego fue en el marco de la Segunda Invasión Inglesa en 1807.
La Legión de Patricios permaneció fiel al virrey Liniers durante la llamada Asonada de Álzaga de 1809. En ese mismo año el Virrey Cisneros, para sofocar las revueltas de Chuquisaca y La Paz en el Alto Perú, envió desde Buenos Aires, dos compañías de Patricios pero al llegar, no hizo falta que entraran en combate, pues las tropas entraron pacíficamente en Chuquisaca en diciembre de 1809.
El 23 de junio de 1810 Nieto tomó conocimiento de la instalación de la Primera Junta en Buenos Aires, tomando el día 26 la medida de desarmar a las dos compañías de Patricios que había llevado a Chuquisaca el año anterior. Debido a que los soldados habían brindado la noche anterior por Cornelio Saavedra los supuso adictos a la revolución, destituyó a los jefes y quintó a los soldados enviando a trabajar al socavón de Potosí a aquellos que les cupo el número cinco, siendo los primeros mártires porteños de la Revolución en el Alto Perú.
Los sucesos de mayo de 1810 tuvieron en Saavedra y en los patricios a actores principalísimos: la propia acta del 25 de mayo fue escrita a puño y letra por un patricio: el subteniente Nicolás Pombo de Otero. Mediante la proclama del 29 de mayo de 1810, sólo cuatro días después de asumir el gobierno, la Junta dispuso ampliar los batallones de milicias existentes al rango de regimientos así la Legión Patricia pasa formalmente a ser los Regimientos 1 y 2 de Infantería.
Después de mayo, los efectivos de los regimientos 1 y 2 integraron las expediciones enviadas por Buenos Aires al interior del extenso territorio del exvirreinato para consolidar la adhesión al gobierno de la capital, batiéndose en el Alto Perú (San Pedro, Tupiza, Suipacha, Huaqui), en el Paraguay ( Campichuelo, Paraguarí y Tacuarí al mando de Belgrano) y en la Banda Oriental (sitio de Montevideo, San José y Las Piedras).
El 16 de noviembre de 1811 los regimientos 1 y 2 fueron unidos, pasando a ser el Nº 1 de Patricios, y asumió su jefatura el coronel Belgrano, protagonizando el llamado Motín de las Trenzas, en contra de su nuevo jefe, reclamando conservar su autonomía y el privilegio de elegir a sus comandantes, levantándose contra el Primer Triunvirato. Fueron duramente reprimidos y, por orden de Belgrano, cuatro soldados y suboficiales fueron condenados a muerte como cabecillas del motín, ejecutados y colgados en la vía pública el 21 de diciembre.
A causa del motín, el regimiento pasó a ser «de línea» y sus soldados fueron condenados a servir en él por muchos años. Todo el control de la fuerza militar pasó al Triunvirato. Esta crisis llevó al Gobierno a dispersar sus fuerzas entre otros regimientos. De allí el destino a Rosario para proteger las baterías allí instaladas. Se dio la circunstancia de que los Patricios fue la primer unidad que tuvo el honor de ver nacer la Bandera Nacional el 27 de febrero de 1812 de manos de Belgrano. El mismo regimiento tuvo destacada actuación en las batallas de Tucumán, Salta, Vilcapugio, Ayohuma (bajo comando de Belgrano) y Sipe Sipe (en la 3ra Campaña al Alto Perú). Estas tres últimas fueron derrotas que significaron una tremenda sangría para el regimiento, que debió ser reorganizado por completo.
Durante la guerra contra el Imperio del Brasil, participó en los combates de Bacacay e Ituzaingó en 1827, después de realizar el esfuerzo que significa marchar más de 400 km hasta el actual territorio brasileño durante un tórrido verano.
En los largos años de las guerras civiles argentinas, el cuerpo de Patricios perduró siempre, aunque con distintas denominaciones. En 1830 Juan Manuel de Rosas les restituyó el nombre de Patricios a los batallones cívicos de Buenos Aires luego de una misa en honor de Saavedra. Con Rosas intervinieron en la campaña del desierto en los años 1833 y 1834. En 1838 parte de sus efectivos a las órdenes del teniente coronel Jerónimo Costa, realizaron la defensa de la isla Martín García, cuando el ataque y el bloqueo francés al Río de la Plata.
En la década siguiente actuaron con singular éxito en el rechazo de reiteradas incursiones a puertos y costas del Río de la Plata y del Paraná, realizadas por los barcos británicos, franceses y uruguayos.
En el cruento combate de la Vuelta de Obligado, de 20 de noviembre de 1845, el Regimiento de Patricios al mando del coronel Ramón Rodríguez tuvo una actuación tan valerosa que, muchos años más tarde, en 1883, el que fuera jefe en aquella oportunidad de las fuerzas británicas, almirante J. B. Sullivan, entregó al consulado argentino en Londres una bandera argentina tomada en el combate contra las tropas nativas, con una carta en la que, entre otros conceptos laudatorios, expresaba: “(…) quiero restituir al Coronel Rodríguez, si vive, o al Regimiento de Patricios de Buenos Aires, si aún existe, la bandera bajo la cual y en la noble defensa de su Patria, cayeron tantos de los que en aquella época lo componían”.
Actuó en la batalla de Caseros formando parte de las tropas de Rosas, en 1852. Después de Caseros, el 1º de línea intervino en la defensa de los intereses bonaerenses en la lucha entablada entre el Estado de Buenos Aires y la Confederación Argentina.
Participó activamente en la guerra del Paraguay (o de la Triple Alianza), luchando en Yatay, Paso de Patria, Tuyutí, Estero Bellaco y Curupaytí, Yatayty-Corá, Humaitá y Lomas Valentinas. En la década del 1870, el regimiento participó en las luchas de la frontera indígena y formando parte del Ejército Expedicionario al Desierto.
repelío en 1969 un ataque de la guerrilla en Campo de Mayo y en 1975 participó en la recuperación del Batallón Depósito de Arsenales 601 «Domingo Viejobueno», de Monte Chingolo, provincia de Buenos Aires, por el ERP y Montoneros.
Durante la Guerra de Malvinas, participó en esta oportunidad con la Compañía de Infantería «A» «Buenos Ayres», que fue agregada al Regimiento de Infantería Mecanizado 6 «General Viamonte», como Compañía «C» de la mencionada unidad; con la misión de defender Puerto Argentino, ocupando posiciones defensivas, con frente hacia Phillips Foin y a Reckeribay, hasta la rendición del 14 de junio de 1982.
En 1989 participó en la recuperación del cuartel del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 «General Belgrano», sito en La Tablada, provincia de Buenos Aires, copado por elementos del Movimiento Todos por la Patria.
El Regimiento fue copado durante la sublevación de elementos del Ejército Argentino (autodenominados carapintadas) el 3 de diciembre de 1990. Durante ese episodio, resultaron muertos el Jefe y sub Jefe del Regimiento y un cabo segundo.
Es la unidad militar más antigua de Argentina y de toda Hispanoamérica. Es la Unidad Táctica del Ejército.
Argentino que más Condecoraciones, Distinciones y Medallas de Campaña ha recibido.
A fines de 1910, fue distinguido con la misión de ser Escolta y Regimiento de Ceremonial, del Jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino. En 1965, por Decreto del Presidente de la Nación, se le restituyo el uso de su Uniforme Histórico, luciendo desde entonces el mismo escudo rojo y dorado usado tanto por Oficiales, Suboficiales y Soldados en el brazo izquierdo orlado de palma y laurel. En la década del 90 pasó a ser custodia y regimiento de ceremonial del Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En su sede del barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires (Monumento Histórico Nacional), tiene también su sede el Instituto Nacional Belgraniano.
“Asociación Belgraniana de Morón – 2021 – 25 aniversario”