Las contraseñas o passwords son cruciales para la seguridad de los datos y servicios digitales que se utilizan en la actualidad. Sin embargo, la multiplicidad de instancias en las que hay que utilizarlas ha llevado a que muchos usuarios no se esfuercen demasiado en generarlas, lo que implica serios riesgos.
De hecho, un informe de la firma Nordpass sobre las contraseñas más empleadas en 2023 revela una realidad preocupante: la mayoría de las personas recurren a contraseñas frágiles y previsibles, pese a que crece la conciencia sobre los peligros de los ataques informáticos.
Por ejemplo, la contraseña “123456” continúa liderando el ranking de las más usadas a nivel mundial, lo que resalta la urgencia de sensibilizar sobre prácticas de seguridad más sólidas.
¿Cuáles son las peores contraseñas?
El informe de Nordpass plantea una situación alarmante: ocurre que los passwords más utilizados a nivel mundial son también los que menos seguridad brindan, dado que un intento de hackeo puede demorar menos de 1 segundo en descifrarlas. El listado de las primeras 10 es el siguiente:
- 123456
- admin
- 12345678
- 123456789
- 1234
- 12345
- password
- 123
- Aa123456
- 1234567890
Cómo hacer una contraseña más segura
Es esencial tener una contraseña que incluya letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales, además de tener una longitud considerable.
Entre más larga sea la contraseña, más complicado será para los atacantes descifrarla. Por eso, los expertos sugieren una longitud específica.
A medida que crece la longitud de la contraseña, el número de combinaciones aumenta exponencialmente, lo que disminuye el riesgo de ese hackeo.
Según los expertos, las claves deben tener al menos 12 caracteres, siendo preferibles las de mayor longitud pero que también sean fáciles de recordar o administrar.