Así lo determinaron los representantes del Ministerio Publico Fiscal en la causa contra el camionero mendocino, Miguel Ángel Casilla en prejuicio de Juan Carlos Loyola. Ahora la familia la única alternativa que tiene es de hacer la investigación de forma privada.
El pasado 20 de mayo de 2021, el ciclista Juan Carlos Loyola (72) fue atropellado por Ruta Nacional 40, en Pocito, y desafortunadamente perdió la vida en el lugar. Por este hecho un camionero, oriundo de Mendoza, quedó detenido. Este era Miguel Ángel Casilla. Este sujeto tuvo su audiencia el último 22 de mayo y en aquella ocasión el fiscal de la causa (Adrián Riveros -subrogaba al fiscal Iván Grassi, ya que era contacto estrecho-) pidió que se prorrogue audiencia de formalización, la jueza de garantías dio a lugar el pedido y la causa siguió siendo investigada, y a Casilla se le dio la libertad.
Después de mucho tiempo, a principio de septiembre, la causa volvió a hacer noticia. Es que el fiscal que tenía que intervenir en la causa, el doctor Grassi desestimó la causa. Él expresa que no hay pruebas contundentes que señalen a Casilla como el causante del accidente vial, sino que la culpa fue del ciclista Loyola.
Ahora ante situación, el letrado Quiroga expresó a Tiempo de San Juan que la familia seguirá investigando este hecho, pero de forma privada. Esto quiere decir que los testigos y las pruebas, la familia deberán hacerlas por su cuenta.
La última decisión de Riveros también fue dicha a los familiares de Loyola, en una reunión que tuvieron en Tribunales. Desde la fiscalía dijeron que el apoyo será dado a la familia en la investigación, pero todo correrá desde su cuenta.
En la primera resolución de Iván Grassi, el fiscal determinó que Loyola infringió las leyes de tránsito porque él circulaba en bicicleta de norte a sur por Ruta 40 y además lo hacía por el carril rápido, es decir, el izquierdo. Aparte de eso, el ciclista iba sin elementos refractarios y la bicicleta tampoco contaba con luces intermitentes o refractarias. Con este panorama se encontró Casilla. La pericia corroboró que el camionero iba a la velocidad permitida y no vio al ciclista. No tuvo opción, no pudo esquivarlo y lo atropelló.
Además, Casilla no mostró oposición en la investigación y ayudó en la causa en todo momento. No iba en estado de ebriedad y cumplía con las leyes de tránsito. Otros testigos (personas que iban en otros vehículos y que lamentablemente atropellaron a Loyola después del camión) expresaron que el cuerpo estaba en el carril derecho de la doble vía de norte a sur y que no pudieron verlo, ya que no contaba con los elementos refractarios correspondientes para poder ser divisado.