A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta una serie de transformaciones tanto físicas como mentales. Entre estas últimas, los problemas de memoria son una preocupación creciente en la población.
Así como podemos contrarrestar la pérdida de masa muscular y el aumento de grasa a través de la actividad física y una dieta equilibrada, también podemos abordar de manera activa los retos que plantea la memoria.
El profesor Charan Ranganath, experto reconocido en neurociencia y director del Laboratorio de Memoria Dinámica en la Universidad de California (EE.UU.), subraya la importancia de adoptar prácticas que mejoren y mantengan nuestra capacidad de recordar.
Según sus estudios, existen hábitos cotidianos que, sin saberlo, pueden disminuir nuestra capacidad cognitiva. Identificar y modificar estos hábitos es clave para optimizar nuestro rendimiento cerebral a lo largo de la vida.
¿Cuáles son los hábitos que dañan la memoria?
Siete hábitos que dañan tu cerebro y debes evitar, según los especialistas, para preservar la memoria y las habilidades mentales:
- Fumar, aunque sea un solo cigarrillo diario: reducción de materia gris y oxígeno en el cuerpo, aumentando el riesgo de aterosclerosis y problemas vasculares que afectan la salud cerebral.
- Consumir mucho azúcar: puede ser nocivo para el cerebro, generando adicción, afectando el metabolismo y propiciando deterioro cognitivo por la glicación de proteínas.
- Beber alcohol con frecuencia: incluso cantidades mínimas pueden perjudicar el cerebro al dificultar conexiones neuronales y reducir habilidades mentales a largo plazo.
- Dormir muy poco o mal cada noche: el descanso insuficiente aumenta el estrés y deteriora habilidades cognitivas, afectando funciones metabólicas esenciales para la salud cerebral.
- Soledad o aislamiento social: la falta de relaciones sociales contribuye a la depresión y al riesgo de Alzheimer, mientras que la interacción social estimula positivamente el cerebro.
- Consumir mucho sodio: la ingesta excesiva puede aumentar problemas vasculares y presión arterial alta, afectando el flujo sanguíneo cerebral y las funciones cognitivas.
- Sedentarismo o inactividad física: la falta de ejercicio regular perjudica gravemente el cerebro al no potenciar habilidades mentales ni fortalecer conexiones neuronales.
Otros hábitos que dañan el funcionamiento de la memoria
Multitarea constante:
En la era actual, el hábito de realizar múltiples tareas simultáneamente puede ser perjudicial para la memoria, según advierte el neurocientífico.
Saltar continuamente entre objetivos dificulta que la corteza prefrontal se enfoque adecuadamente, resultando en dificultades para recordar información inicialmente relevante.
Recomienda finalizar una tarea antes de iniciar otra y evitar distracciones para mejorar el enfoque y la retención.
Monotonía y selección de memoria:
El cerebro humano es selectivo en lo que recuerda. Según Charan Ranganath, solo las experiencias emocionales intensas, como el miedo o la felicidad, liberan neurotransmisores que fortalecen la memoria.
La información rutinaria o monótona tiende a ser olvidada, destacando la importancia de experiencias que despierten respuestas emocionales para consolidar recuerdos.
Exceso de confianza y desafíos mentales:
Ranganath advierte sobre el peligro del exceso de confianza en la memoria. Muchas personas sobreestiman sus capacidades hasta enfrentarse con la realidad de olvidos significativos.
La falta de desafíos mentales puede llevar a una reducción en el esfuerzo cerebral y limitar el aprendizaje efectivo. El proceso más eficaz de aprendizaje ocurre cuando se enfrenta activamente el desafío de recordar y se obtiene la respuesta buscada.