El 12 de septiembre, en una clínica privada del centro de San Juan, una médica decidió realizarse una interrupción legal del embarazo a su paciente menor de edad. Pidió a dos enfermeras que la asistieran en la práctica de aborto, pero ambas se negaron. Por la negativa, fueron sancionadas por “abandono de persona”. Así lo expresó la abogada defensora de las profesionales en cuestión, Mónica Lobos, a Diario de Cuyo.
Según dijo la letrada, las dos enfermeras optaron por apegarse al derecho de objeción de conciencia. Aunque, más tarde, una de ellas declinó la decisión “por temor a represalias”. Lobos retrucó a la clínica, ubicada en Catamarca y Santa Fe, y señaló que “la asistieron en todo momento pero no querían participar de la práctica abortiva”, e indicó que en ese nococomio no hay protocolo para la Ive. También fue más lejos, y dijo que la enfermera que participó lo hizo “por miedo”.
Las autoridades de la clínica definieron una sanción de dos días de suspensión para la profesional que participó tras la negativa. Mientras que la mujer que no asistió recibió ocho días de suspensión. Lobos contó que las enfermeras intentaron comunicarse con los directivos, pero que no quisieron escucharlas. La abogada destacó que “llama la atención que no hayan actuado brevemente si sienten que las enfermeras con su abandono de persona ponen en riesgo a los pacientes” y esperaron más de dos semanas para notificarlas.
Asimismo, la letrada dijo que irán por la impugnación de la sanción en el ámbito laboral. Y que, como “las autoridades sabían de su objeción de conciencia e igual avanzaron contra sus derechos”, no descartan iniciar otro tipo de acciones legales.