Popit, squishies, fidget toys, spinners, con formas de pelotas o cubos. En medio de la pandemia por COVID-19 hicieron su aparición estelar toda una serie de juguetes llamados “anti estrés”, que se venden con la promesa de reducir la ansiedad en los más chicos.
En simultáneo, desde un tiempo antes, como si de una especie de “vuelta a lo tradicional” se tratara, empezaron a aflorar -tímidos primero, y de manera más masiva después- una cantidad de emprendimientos que ofrecían juguetes de madera, de tela, artesanales, didácticos.
Casi como dos caras de una misma moneda, ambos parecen opciones para alejar, al menos por un rato de las pantallas a los niños, aunque en la práctica unos (los tradicionales, lo didáctico) parecen lograrlo por más tiempo que los otros.
Sucede que un estudio de la organización Parents Together indicó que el uso de las pantallas por parte de niños y niñas aumentó un 500% durante la pandemia. Más allá de la particular situación de encierro que se vivió a nivel global durante el último año y medio, la adicción de menores a dispositivos electrónicos es un tema que preocupa a madres y padres desde hace años.
En este contexto, los juguetes adquieren un rol trascendente a la hora de ofrecer alternativas que les brinden a los chicos la posibilidad de jugar y, al mismo tiempo, aprender y explotar su imaginación y creatividad.
Lo cierto es que cada año hay un producto que tiene una mayor demanda porque se pone de moda. “Hoy tenemos el Popit como estrella de los fidget toys -aseguraron a Infobae desde la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ)-. Se trata de una plancha de goma flexible con compartimientos que se pueden hacer ‘estallar’ como una bolsa de nylon con burbujas, provocando una sensación de descarga, razón por la cual se los categorizó como un juguete anti estrés”.
Muchas jugueterías y polirrubros los ofrecen en sus formas más básicas como circunferencias, cuadrados, aunque también los hay con formas de unicornios y dinosaurios, entro otros estilos. “Este producto, es uno de los más buscados en la actualidad y desde la Cámara recomendamos adquirir este tipo de productos en comercios habilitados y verificar que tengan el sello de certificación, porque muchos de estos ingresaron al país no como juguetes sino como manufacturas de goma o productos terapéuticos por lo que eluden las normas de seguridad de juguetes”, sostuvo la misma fuente.
En opinión de la licenciada en Psicología Lorena Ruda (MN 44247), “en realidad no dejan de ser juguetes producto del marketing”. “No sé si es tan real que calman, más bien creo que son modas -opinó la especialista en maternidad y crianza ante la consulta de este medio-. Se ofrecen como juguetes antiestrés pero terminan siendo juguetes de colección y de ‘competencia’ con el resto”.
Para ella, “el efecto anti estrés, si lo tienen, es efímero y sólo para algunas personas”. En ese sentido, el squishy le parece el más acorde al objetivo. “Para momentos de tensión se utiliza bastante y a veces logra llevar a la calma sobre todo a niños o niñas a quienes que descargar impulsos en el objeto facilita que no lo haga por ejemplo en compañeros o compañeras”, agregó Ruda.
La importancia del juego en la infancia y la vuelta a los juguetes “de antes”
En los primeros años de vida se da el desarrollo más importante del ser humano y los estímulos que un niño reciba en esta etapa sentarán las bases de su crecimiento.
Si bien el aprendizaje tiene lugar durante toda la vida, es en esa primera infancia se produce con una rapidez que luego nunca se iguala. Y en este desafío educativo el juego tiene un rol fundamental, ya que a través de los juegos el aprendizaje se asimila desde la experiencia directa.
“Creo que hay una vuelta a la conciencia del juego, a la conexión de las familias con los juegos de mesa, y en ese sentido muchos buscan los juguetes de madera, un poco por la importancia que se le da de un tiempo a esta parte al tema ambiental y la relevancia de dejar los plásticos de lado y por otra parte porque le dan más creatividad y amplitud a los niños a la hora de jugar”. Carla Minutillo es la fundadora de Laboratorio de Sueños, una juguetería y librería didáctica, que tiene entre su stock instrumentos, juegos de construcción, rompecabezas, juguetes de maderas, rompecabezas y libros, entre otras opciones.
“Creo que hay muchas tendencias como los métodos de enseñanza Montessori o Waldorf, que más desde el lado de la educación tienen como premisa este tipo de juegos en los que lo importante es conectar al chico con su creatividad, sus intereses y por eso hay como una vuelta a este tipo de juguetes; y también hay una revalorización del tiempo en familia”, apuntó, al tiempo que destacó que “muchos padres necesitan este tipo de juegos para fomentar la estimulación y el aprendizaje y buscan este tipo de herramientas que los ayuden en estos procesos”.
Asimismo, “profesionales como psicopedagogos, psicólogos o docentes utilizan este tipo de juegos para trabajar diferentes problemáticas, desde algún niño con un grado de TEA hasta cualquier otro trastorno relacionado con la conducta; se apoyan mucho en este tipo de material para poder vincularse y desde el juego lograr que el chico pueda aprender”, resaltó Minutillo.
¿Sus recomendados para estas Fiestas? El señor Dix, que es un es un juego de cartas que invita a pensar y asociar. Con un mazo de dibujos y otro de cualidades, presenta distintos niveles de dificultad para jugar con chicos a partir de cuatro años.
En segundo lugar, Tubix, un set que cuenta con tubos flexibles de colores y conectores para armar una infinidad de figuras. Es ideal para fomentar la creatividad e imaginación y estimular la motricidad fina.
Finalmente, los rompecabezas fluorescentes que brillan en la oscuridad son una reversión de un clásico que siempre entretiene a grandes y chicos. Hay de 24, 70 y 80 piezas.
Romina Fenouil es la creadora de Pequeña Mano, un emprendimiento que nació en pandemia ante la necesidad de ofrecerle a su hija los materiales con los que trabajaba en su escuela Montessori.
“De pronto nos vimos en casa aprendiendo de la forma tradicional, que era lo que nunca había querido. Así que tomé mis recursos, que uso trabajando para terceros en madera y textiles, y empecé a diseñar según los estándares originales de María Montessori -resumió a Infobae-. De esa forma pude ofrecerle a mi hija lo que necesitaba para sentirse más cómoda en su aprendizaje”.
Romina contó que luego empezaron a pedirle materiales los papás de su escuela, luego su escuela, otras escuelas, y muchas familias de todo el país en las mismas condiciones. “Y para mi sorpresa, familias cuyos niños asisten a escuelas tradicionales, también compraban el material; y lograban en casa que sus niños adquieran conocimientos que en la escuela no habían podido lograr”, dijo orgullosa de su iniciativa, y agregó: “Hoy, somos la empresa argentina, fabricante de material Montessori y manipulativos, más elegida y con mayor variedad de productos. Nuestra misión es ayudar a las familias a enseñar/aprender con naturalidad y disfrute”.
¿Sus recomendados para estas Fiestas? El calendario “porque es realmente único”. Basado en las pedagogías Waldorf y Montessori sirve para comprender el concepto abstracto del tiempo desde lo concreto y es ideal para empezar el año. Incluye más de 80 piezas y fichas para cumpleaños, fechas patrias, estaciones, clima y otras festividades.
En segundo término, Resaques hogar, es ideal para niños a partir de los tres años para reforzar la pinza de los dedos, desarrollar la motricidad fina e iniciar en el proceso de escritura.
Y finalmente, eligió Barras numéricas pequeñas o mini para iniciar en el conteo a partir de los tres años, reconocer números y luego según su desarrollo hasta permite iniciar en la suma.
“Todos nuestros productos vienen en cómodas cajas para ubicar en cualquier lugar de forma ordenada”, aclaró Romina, que claramente sabe lo que suele costar tener una habitación infantil o sector de juegos en orden.
Daniela Fontana se aventuró a la importación de juguetes de madera en 2017. “No sabía nada de importaciones y menos de redes sociales pero tenía muchas ganas de traer esos juguetes que sólo vemos cuando viajamos y que hubiese amado tener de chiquita”, describe en la web de Medele, tal el nombre de la marca registrada que eligió para su emprendimiento. “Viene de mädele, que significa nena en dialecto alemán; así me decía la Oma Paula”, contó.
Consultada por este medio, describió que sus juguetes “no hacen ruido, son durables, no llevan pilas, pero eso sí, hacen magia entre los más chiquitos”.
En su opinión, “los juguetes de madera invitan a imaginar, a compartir y es posiblemente por esto que las mamás los prefieren, sumado al hecho de que hay una generación de padres a la que le importa mantener a sus hijos alejados de las pantallas, tienen conciencia del cuidado del medio ambiente y buscan productos lindos y de materiales nobles”. “Y nuestros juguetes cubren todas esas necesidades”, aseguró orgullosa.
¿Sus recomendados para estas Fiestas? “Los más elegidos son el set de doctor/a, las frutas de madera con abrojo y el cubo de encastre”, no dudó en sugerir.
En el primer caso, cree que se debe en parte por la pandemia, ya que jugar con lo que genera miedo o desconocimiento es una de las mejores formas de encararlo. “Y lo mejor de todo, si los adultos están cansados, pueden ser los ‘pacientes’ por un rato”, bromeó.
El set de frutas permite infinidad de juegos: comprar, vender, aprender sus nombres, cortar, preparar desayunos saludables. Y para complementarlo, cuentan con un set de vegetales que lo acompaña perfectamente.
Finalmente, el cubo de encastre es para 12 meses en adelante y tiene 12 piezas de diferentes colores para encastrar. “Al principio van a levantar la tapa y meterlos por ahí”, vaticinó Daniela, quien aventuró: “Mientras tanto, apilan, clasifican por color y esconden sus piezas en lugares inimaginables”.
“El juego y los juguetes, además de aportar al niño placer y momentos de distracción, es una actividad que estimula y contribuye al desarrollo infantil”, comenzó a concluir Ruda. Para ella, “es fundamental que los niños sean estimulados con juguetes de acuerdo a cada etapa de crecimiento para fomentar el aprendizaje”, y al mismo tiempo recomendó “fomentar el juego libre y favorecer el ambiente para que el niño sea creador de su juego”.
Y remató: “El juego es innato e inherente al niño. Es importante facilitar el ambiente propicio para que pueda desplegarse sin condicionarlo ni censurarlo. El juego libre favorece a la imaginación y que el niño pueda poner en él su capacidad creadora y simbólica”.