No me duele tu marcha, si me duele tu ausencia
Medio siglo a mi vera, después de aquel invierno
Llego si mi primavera, entre perfumes del valle
Cuando marcaba las seis, el campanil de la iglesia
Y nos marchamos los tres, queda atrás la cordillera
en brazos de tu madre, en busca de las abuelas
y creciste paso a paso, en el tiempo de la escuela
custodio de tus hermanos, por mayor en esa cuenta.
Embretado en esa huella, de conocimiento y letras
Ganándote ese cariño, en el saber alma inquieta
Impaciente, buen mozo, nacen los nuevos amores
Con una experiencia nueva, se desvanece de apoco.
Se acerca tiempos de calma, para formar la familia
De la cual nacen dos niñas, amor en lucha sin descanso
Luego se enferma su cuerpo, pero no cesa en la marcha
Cobijo en el viejo hogar, busca la madre sus nanas
Ya cansado de luchar, lastimada su esperanza
Cierra su vista sin luz, entre sollozos y lagrimas
Ante el dolor de su madre, lo abraza desesperada
Empieza a doler la ausencia, lloraremos por tu marcha.
Autor: Narciso A Martin Molina
06/02/2022