La ecografía de las 20 semanas es una prueba de rutina que permite evaluar a fondo los órganos del bebé, el útero materno y la placenta. Además de la valiosa información que ofrece, se realiza en un momento clave de la gestación.
¿Sabes por qué es tan importante realizarla? Conócelo en este artículo.
¿Por qué se indica una ecografía a las 20 semanas?
Al llegar a la mitad del embarazo, el obstetra suele solicitar una ecografía morfológica que, como su nombre lo indica, busca analizar la anatomía del bebé.
Dicho estudio se realiza entre la semana 18 y 20 de la gestación por una serie de motivos que favorecen a la visualización fetal:
- La cantidad de líquido amniótico es la adecuada para obtener imágenes nítidas.
- El bebé ha adquirido el tamaño justo como para examinar sus estructuras y también, para ver todo su cuerpo a la vez..
- Los órganos fetales están casi totalmente formados y se puede analizar a fondo su morfología y su localización.
De esta forma, el médico puede evaluar cómo crece y se desarrolla el bebé dentro del vientre. Y también, detectar tempranamente cualquier tipo de anomalía en alguno de estos aspectos.
¿En qué consiste el procedimiento?
La ecografía de las 20 semanas es una de las pruebas más completas del embarazo, pero no es muy diferente a las que te has realizado con anterioridad. No irradia, no provoca dolor ni representa un riesgo para la salud de tu bebé.
Se realiza por vía abdominal y no requiere de ninguna preparación especial. Una vez dentro del consultorio, el especialista te pedirá que te tumbes encima de la camilla y te colocará sobre el abdomen un gel. En general, el procedimiento dura unos 30 minutos.
Aunque no sea un estudio invasivo, el doctor te dará algunas explicaciones sobre el estado de salud de tu bebé, por lo que conviene que vayas acompañada de tu pareja o algún familiar cercano. Entre otras cosas, es posible que el especialista corrobore el sexo del bebé, en el caso de que aún no se sepa.
¿Qué información se busca obtener con esta prueba?
Como te hemos anticipado, esta ecografía busca analizar en detalle la morfología del bebé para detectar oportunamente algún problema en sus órganos y tejidos. Además, corroborar el estado de la placenta, del cordón umbilical y de los órganos genitales maternos.
En términos generales, la ecografía de las 20 semanas se realiza con los siguientes propósitos:
- Estimar la biometría fetal, es decir, las medidas del bebé y cotejarlas con la edad gestacional. Esto permite detectar problemas del crecimiento, como el retraso del crecimiento intrauterino.
- Valorar la vitalidad fetal, por medio de la observación del tono y de los movimientos corporales del bebé.
- Corroborar el flujo de sangre que llega a la placenta y al bebé (a través del cordón).
- Detectar anomalías fetales.
- Evaluar las estructuras uterinas, como la localización y la morfología de la placenta y la cantidad de liquido amniótico.
¿La ecografía de las 20 semanas es en 3D?
En general, esta ecografía se realiza en 2D. Sin embargo, si el aparato lo permite, se pueden captar algunas imágenes en 3D o en 4D. Estas últimas muestran con mayor precisión los rasgos faciales del bebé e incluso, sus movimientos en tiempo real.
Es posible que el especialista combine las imágenes en 2D y 3D para lograr un análisis más completo de todas las estructuras del bebé.
¿Cuál es la importancia de realizarse la ecografía de las 20 semanas?
Con la ecografía de las 20 semanas es posible evaluar si el crecimiento y el desarrollo fetal son los adecuados para la edad gestacional.
También, detectar la presencia de malformaciones congénitas o de condiciones de riesgo para desarrollar complicaciones gestacionales. Por ejemplo, aquellas relacionadas con un bajo nivel de líquido amniótico o con la posición de la placenta.
En caso de que el especialista detecte un problema en el bebé o en las estructuras maternas, indicará algunos exámenes más precisos para corroborar los hallazgos encontrados.
Se debe recalcar que la ecografía de las 20 semanas no excluye definitivamente la presencia patologías en el bebé. Aunque es una prueba diagnóstica bastante precisa, existen algunas condiciones que no pueden ser detectadas por medio de este estudio.
Por otro lado, si existen problemas técnicos al realizar este ultrasonido, como una inadecuada posición fetal, una escasez de líquido amniótico o una gran adiposidad en el abdomen de la madre, es posible que el especialista decida repetirlo.
Apunta tu cita para la ecografía de las 20 semanas
Antes de hacerte la ecografía de las 20 semanas, lo mejor es que aclares todas tus dudas con tu doctor. En ocasiones, los términos médicos pueden resultar un tanto confusos y las imágenes observadas no son del todo claras para los ojos no entrenados. Por eso, para evitar irte a casa con angustias innecesarias, convérsalo todo con tu médico de confianza.