“El Jueves Santo comenzaron a llegar fieles pero durante la mañana y tarde estuvo tranquilo. Desde las 20 horas y toda la madrugada comenzó a llegar la multitud de gente. Ahora en el ascenso a la gruta que es el lugar de culto está saturado, hay mucha convocatoria como años anteriores a la pandemia. Se ha vuelto a ver la multitud de gente que asistía”, contó Cecilia Berón, encargada de Culto del paraje Difunta Correa.
“El pueblo ha resurgido”, aseguró Berón y agregó: “está casi desbordado el acceso a las lomas, se han vuelto a ver las calles principales del paraje como peatonal”. Hasta el mediodía de este viernes aún no había una contabilización total de cuánta gente llegó pero se cuenta de a miles.
Hoy la Fundación Difunta Correa es la que está a cargo del paraje y de su mano ofrece una serie de actividades para que los que visiten el lugar puedan hacer. “Se creó una cooperativa con los vecinos del pueblo que además de prestar los servicios comunes, ahora están brindando servicio de mantenimiento, albañilería, sanitización. Está organizada la cooperativa que tienen unidades productivas que han generado un proyecto de visitas guiadas y recorridos en bicicletas”, explicó.
Para los visitantes, se han inaugurado senderos que introducen a la historia geográfica de la Difunta e invitan a tomar consciencia de la flora y fauna del desierto. es educativo y recreativo. Además se ha hecho una reconstrucción del Museo de la Fe, donde se han rescatado donaciones con reconocimiento de donantes e historias de fe para generar una política de recepción de donaciones.