Las jubilaciones volverán a aumentar en junio y dicho incremento rondaría los 15%. La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) está al tanto de todo, pero lo que no sabe, ni los beneficiarios menos, es si tal aumento igualará al menos los números de la inflación. El aumento de marzo quedó 4 puntos.
El informe más reciente del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que difunde el Banco Central y que incluye el promedio de las estimaciones de varios centros de estudios económicos, indica que se proyecta una inflación de casi 15% para el período que va de abril a junio y, en particular, de 5,5% para el cuarto mes de este 2022 (el jueves próximo el Indec difundirá el dato oficial).
Según la ley vigente, en el sexto mes del año corresponde que se otorgue por parte de ANSES la segunda de las cuatro subas previstas para cada año, en el caso de las jubilaciones y pensiones del sistema general, tanto contributivas como no contributivas, y también de la Asignación Universal por Hijo y de los pagos por familiares a cargo de un grupo de asalariados formales y monotributistas.
Según la ley vigente, en junio corresponde que se otorgue por parte de ANSES la segunda de las cuatro subas previstas para cada año
El porcentaje de aumento, que se conocería oficialmente este martes, se determina según una fórmula que contempla la variación interanual de la recaudación de impuestos que parcial o totalmente se derivan a la ANSES, y el incremento trimestral de los sueldos, según una de dos variables: la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), o el índice de salarios del Indec (de los dos, se toma en cada período el que haya tenido el mayor crecimiento).
Este 10 se conocerá el último de los datos que se publican y se necesitan para hacer el cálculo. Se trata de la variación que tuvieron en marzo los salarios según el instituto oficial de estadística. La información a considerar para definir el índice de junio es la correspondiente al primer trimestre de este año. Si se confirmara un aumento de entre 14,5% y 16%, el haber mínimo llegaría en junio a una cifra de entre $37.362 y $37.852, en tanto que el ingreso mensual máximo sería de entre $251.410 y $254.703. Los nuevos valores se mantendrán entre junio y agosto, en tanto que en septiembre deberá haber un nuevo reajuste.
El porcentaje de aumento se determina según una fórmula que contempla la variación interanual de la recaudación de impuestos que parcial o totalmente se derivan a la ANSES y el incremento trimestral de los sueldos, según una de dos variables: la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) o el índice de salarios del Indec
En los tres primeros meses de este año, el Ripte registró una variación de 18,2% y, según consideran las fuentes consultadas, resulta muy poco probable que el dato de salarios del Indec supere ese número, razón por lo cual sería ese indicador (el de las remuneraciones de la economía formal) el que se usaría para calcular el porcentaje de la suba. “El Ripte tuvo un salto fuerte en marzo y ya venía fuerte en enero y febrero”, señaló Rafael Rofman, investigador principal de desarrollo económico y protección social del Cippec, quien estimó el incremento de junio en 15,51%.
Concretamente, esa variable representativa de algunos salarios de la economía mostró en el tercer mes del año un incremento de 7,8%, en tanto que había avanzado 4,6% y 4,7% en enero y en febrero, respectivamente.
Según un cálculo hecho por los economistas del Ieral, de Fundación Mediterránea, la movilidad de junio sería de 14,7%, en tanto que Sergio Rottenschweiler, economista y docente en la Universidad de General Sarmiento, estimó que el reajuste se ubicará en 15%, o quizá un poco más.
En función de sus proyecciones sobre la inflación, en el Ieral consideran que en este trimestre los ingresos jubilatorios podrían tener una caída de poder adquisitivo de 0,19%; es decir, estiman que el índice de movilidad terminará ubicándose levemente por debajo de la inflación.
En función de sus proyecciones sobre la inflación, en el Ieral consideran que en este trimestre los ingresos jubilatorios podrían tener una caída de poder adquisitivo de 0,19%
En el primer trimestre del año la suba por movilidad fue de 12,28%, en tanto que los precios acumularon, en promedio y en igual período, un incremento de 16,1%. Así, hubo una caída del poder de compra de las prestaciones frente a la inflación de 3,3%. Eso llevó a la decisión oficial de pagar un bono en abril de $6000 para quienes cobran el haber mínimo, y otro adicional en el actual mes de mayo, en este caso de $12.000, para los jubilados y pensionados que perciben hasta $65.260,80 (cifra equivalente a dos veces el ingreso básico); además, se les pagará un bono de hasta $12.000 a quienes cobran entre $65.260,80 y $77.260,80 (la cantidad de dinero será la que se necesite para completar la segunda de las cifras). Para quienes cobran un haber superior no habrá compensación alguna, de igual manera que tampoco la hubo en ocasiones anteriores.
La fórmula de movilidad de la ley 27.609 rige desde el año pasado. Durante 2020 no hubo ningún mecanismo de reajustes automáticos vigente y, en cambio, se otorgaron aumentos discrecionales y por decreto que, en todos los casos, estuvieron por debajo de la inflación del año y también por debajo del incremento que hubiera correspondido en caso de no haberse suspendido la movilidad aprobada por ley durante del gobierno anterior. Actualmente, los haberes mensuales que abona ANSES siguen afectados por aquel ajuste que concretó, cuando apenas había asumido, el gobierno de Alberto Fernández. El tema, ahora, se discute en la Justicia.
Actualmente, los haberes mensuales que abona ANSES siguen afectados por aquel ajuste que concretó, cuando apenas había asumido, el gobierno de Alberto Fernández. El tema, ahora, se discute en la Justicia.