Puente del Inca es una maravilla de la naturaleza, única en el mundo, que se encuentra en nuestra alta Cordillera. El puente está rodeado de aguas termales ricas en componentes que la hacen curativas para varias enfermedades.
Una de las preguntas de los investigadores ha sido siempre ¿qué buscaban lo quechuas por estos lugares?. Dominio territorial no sería porque esta tierra era un páramo, no tenía valor en ese aspecto. Pueblos que les aportaran tributos tampoco, porque las poblaciones de la zona eran escasas y de ninguna manera eran ricos sus cultivos. ¿Minerales? No los precisaban, ellos tenían muchos y muy variados en las alturas de sus montañas nativas. Tal vez lo que buscaban era salud. Por lo menos eso cuenta la leyenda.
Antes de la llegada de los españoles el heredero del trono del Imperio Inca, un niño aún, estaba muy enfermo. Una extraña parálisis lo mantenía postrado e inactivo. Los grandes sabios del imperio (los amautas) le aconsejaron al Inca, su padre, que buscara la cura al sur, bien al sur de sus dominios, donde están las fuentes que devuelven la vida. Se preparó entonces una gran comitiva con guerreros, cortesanos, obreros y la caravana fue en busca de las aguas milagrosas.
Luego de meses de travesía y habiendo superado obstáculos y dificultades enormes llegaron a lo que hoy es nuestra zona y se encontraron que una profunda quebrada, con un río bramador e impetuoso como inquilino, les impedía la marcha. Del otro lado adivinaron la existencia de las aguas que iban a curar al niño sagrado. No podían cruzar, la realidad les indicaba que deberían volverse a sus dominios del Cuzco, con el heredero más enfermo aun por los devenires del viaje.
Primero rogaron a Inti (El sol) y a Quilla (La luna), sus dioses, para que les acercara una ayuda, después los guerreros se abrazaron unos a otros y formaron un puente humano. El Inca caminó por encima de sus espaldas, con el niño en sus brazos, y encontró la fuente que le daría la ansiada cura. Cuando volvió su mirada para agradecerle a sus guerreros, vio que todos se habían petrificado. Allí, según la leyenda nació el famosos Puente del Inca. De ser verdad la leyenda, en nuestra zona de alta montaña, alguna vez anduvo un Inca, el gran señor del imperio de Cuzco.