Si tienes niños a tu cargo o conoces a alguien que los tenga, indudablemente tienes que estar de acuerdo conmigo en lo necesario que es inculcarles valore por su bien. Pensamos en la infancia como una etapa alegre, pero también hay que estar conscientes de que es muy decisiva. Cualquier niño depende de lo que viva en sus primeros años de vida, para ser la persona en la que se convertirá cuando llegue a la adultez.
¿Cuáles son las consecuencias de crecer sin valores?
Lo cierto es que quienes carecen de una figura que los guíe al principio del camino, son los más expuestos a llevar una vida infeliz. Piensa en todos los jóvenes que caen en vicios como el alcohol o las drogas, que sufren de depresión y enfermedades como trastornos alimenticios, a causa de una autoestima estropeada.
Pero no solo existe la posibilidad de transformarse en una víctima, sino de ser victimario. Fenómenos lamentables como el bullying cobran cada vez mayor fuerza en las escuelas, a causa de los niños que no reflexionan en lo que ocasionan en sus compañeros.
Esto es solo el principio de una vida que puede caracterizarse por la insatisfacción de diferentes maneras.
¿Cuál es la mejor manera de inculcar valores en los niños?
No es fácil educar a un niño, sea la primera, la segunda o la tercera vez. Es un proceso que nunca termina y que requiere de mucha paciencia y comprensión pero sobretodo, verdadero interés y amor. Antes que nada, debes estar consciente de que no estás enseñando valores por el mero hecho de brindar educación. Lo estás haciendo porque hay una o más personitas cerca de ti, que quieres que el día de mañana se sientan plenos consigo mismos. Y es por eso que deberías tomar en cuenta lo siguiente:
- No subestimes a los niños. Solemos dar por hecho que ellos no están preparados para entender ciertas cosas, que no les va a interesar o que no tendrán la capacidad de comprender. Muchos adultos se sorprenderían de lo bien que pueden asimilarlo todo, si tan solo se sentarán a charlar un momento con ellos. Temas como la sexualidad, la orientación que tiene una persona o los divorcios, por mencionar algunos, pueden explicarse de forma natural. Claro que hay que saber diferenciar muy bien a que edad es prudente comenzar a hablar sobre ciertos aspectos.
- Explicarles el porque de las cosas. No basta con limitarse a señalar que algo está bien o mal, en especial si apenas empiezan a relacionarse con su entorno. Tampoco hace falta que te desgastes con explicaciones complicadas. Es muy simple. «No está bien que le pegues al perro, porque lo puedes lastimar», «No debes comer dulces a esta hora o te enfermarás del estomago». Parece sencillo pero la realidad es que muchos padres o tutores se limitan a decir no, en lugar de intentar que haya una comprensión de verdad.
- Predicar con el ejemplo. Los niños que crecen en un hogar en donde sus padres no se respetan, no podrán respetar a sus compañeros por más que les digan que deben hacerlo. Tampoco se puede esperar que lo hagan por medio de reprimendas o castigos frecuentes, porque están en una edad en la que lo más importante es lo que ven a su alrededor. Es necesario que haya congruencia entre lo que observan y lo que les dicen, para que puedan desarrollarse con valores.
- Recordar que siendo feliz, es como se puede estar en armonía con los demás. Más que hablarles sobre la honestidad, la responsabilidad o cualquier otro valor, es necesario hacer que los niños se sientan felices en casa, para que nazca en ellos la necesidad de practicar dichos valores. Y sobretodo fomentar su confianza y hacerles saber que son especiales. No recriminarle si cometen algún error, sino mostrarles que siempre pueden empezar de nuevo.
Consejos para educar por medio de los valores
No debes olvidar que la infancia es también un momento muy frágil, en el que es fácil desarrollar inseguridades que pueden afectar a la larga. Inculcar valores es una de las mejores medidas para prevenir muchos comportamientos destructivos, que son producto de dichos traumas.
- Si se nota que los niños se sienten decepcionados o desconfían de sí mismos, debido a algún error o defecto, nunca está de más recordarles cuales son las cosas buenas que tienen y en las que pueden enfocarse.
- También es bueno interesarse por lo que les gusta y animarlos a ir más lejos. Hay actividades como los deportes o el arte que funcionan muy bien para que comprendan que tienen mucho potencial y que pueden ser buenas personas.
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