Juan Pablo Ferreyra, un sujeto oriundo de Angaco, fue condenado este miércoles por manosear a una nena de 15 años que fue a jugar con su hija.
El hecho ocurrió el pasado 12 de junio en la casa de Ferreyra, en horario de tarde. Ahí estaba la adolescente víctima junto a su hermana de 8 años y las hijas del abusador que veían televisión juntas.
Ferreyra estaba frente a las niñas en la mesa del comedor, tomando con su pareja y dos sujetos más. En un momento, el degenerado se paró, fue hasta donde estaba la nena y le tocó la copa.
La menor, muy asustada por lo ocurrido, tomó a su hermanita de la mano y huyó del domicilio. Una vez en su vivienda, contó a sus padres lo ocurrido y ellos radicaron la denuncia.
Ferreyra fue condenado por abuso sexual simple y recibió una sentencia de un año de prisión en suspenso, por lo que no irá preso, más reglas de conducta.