Canal 13 San Juan
Hasta ahora era una posibilidad, una murmuración desplazada a segundo plano. Como algunos profetizaban, pasadas las elecciones legislativas de mitad de mandato comenzó la carrera por 2023. En jerga automovilística, empezó la clasificación para ganar una mejor posición en la largada, aunque todavía la línea de meta se encuentre algo difusa. En este plan, el presidente del Partido Bloquista, Luis Rueda, les confirmó a los suyos que será candidato dentro de dos años. Los instruyó para empezar a medir escenarios, sin definir todavía dónde jugará.
Hasta ahora el subsecretario de la Unidad Gobernación ha integrado listas de unidad para diputado nacional en el tercer puesto titular en 2017 y en 2021. En 2019 su nombre no fue impreso en ninguna boleta. Echar a rodar ahora una precandidatura para dentro de dos años implica ponerse a la cabeza de una estrategia partidaria para competir en todos los departamentos. Cuentan con que, más allá de la eliminación de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, exista algún otro mecanismo que garantice la participación dentro del Frente de Todos.
‘Yo voy a competir en 2023’, afirmó Rueda delante de un selecto grupo de correligionarios. La primera definición ya está tomada. Falta la segunda parte, no menor. ¿Será en algún departamento? Por el momento es una incógnita. Hay un par de alternativas en consideración y una infinidad de factores todavía pendientes. Pero el gesto de anotarse en la grilla busca alentar que se anoten todos los que tengan expectativas en cada municipio.
Rueda vota en Pocito. Por lo tanto el primer departamento que aparece en el radar bloquista es donde hoy gobierna el justicialista Armando Sánchez. Una fuente muy cercana al secretario privado del gobernador dijo que el ministro de Desarrollo Humano, Fabián Aballay, podría regresar al distrito. Si eso sucediera, el partido de la estrella debería redireccionar la apuesta.
Entonces aparece Rivadavia, donde Rueda hace tiempo viene trabajando políticamente acompañado por el actual concejal Walter Vazquez. El presidente del bloquismo mira con aspiraciones el departamento que hoy gobierna Fabián Martín porque en 2023 el referente de Juntos por el Cambio no podrá competir nuevamente. Entonces, se abrirá una ventana de renovación.
El justicialismo tiene serias divisiones internas en Rivadavia, con varios aspirantes. En ese tablero el ruedismo empieza a entusiasmarse con la alternativa de disputar su cuota de poder. Medirse en las urnas, aprovechando la instalación lograda por Rueda en la última campaña.
De todas maneras, el presidente del bloquismo todavía le pone signos de interrogación a su opción municipal. En 2023 habrá que votar desde senadores y diputados nacionales hasta gobernador y vice, intendentes, diputados provinciales y concejales. ¿Y si Sergio Uñac finalmente no fuera por un tercer mandato consecutivo? ¿Necesitaría el partido de la estrella una figura que se pusiera al frente de una fórmula provincial para vertebrar las candidaturas departamentales?
El zondino Edgardo Sancassani ya hizo el planteo hacia adentro y hacia afuera del partido: deben llevar candidato a gobernador propio. Debe volver la estrella a una boleta para esa categoría como no sucede desde 2003, cuando se postuló Wbaldino Acosta. Rueda jamás competiría contra Sergio Uñac. Lo ha dicho en reiteradas ocasiones, café mediante. Pero si el gobernador diera el salto a otro cargo, posiblemente de rango nacional, las condiciones cambiarían.
Lo concreto es que Rueda empezó a jugar con su candidatura 2023 por ahora sin ponerle etiqueta. De ese modo se pone a la cabeza de un movimiento interno creciente que requiere conducción.
Los bloquistas están haciendo uso del saldo ajustado de las legislativas de este año. Fueron apenas 5.900 votos de diferencia entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio en la provincia. El ruedismo concluyó que el PJ necesita todo el apoyo posible, que ningún socio es despreciable. El partido de la estrella pagó el costo de haber perdido en Iglesia, el único departamento del interior donde le fue mal al oficialismo. Pero compensó con una holgada victoria en Zonda y otra menos amplia en Angaco. En conclusión, en tiempos de escasez, nadie sobra.
Nombres propios
A los bloquistas, en principio, no les asusta la posibilidad de eliminar las PASO, porque entienden que Uñac ofrecerá un mecanismo sustituto que junto con las generales permita la coexistencia de varias listas. Hay un compromiso político de hacerles llegar a los socios de calle Mitre y Alem el proyecto apenas esté disponible, para que puedan analizarlo detenidamente. Pero eso no ocurriría este año, según manifestó una alta fuente de la Legislatura.
Cuentan los bloquistas con que Uñac diseñe un esquema de listas compartidas, intercaladas proporcionalmente según la posición que obtenga cada uno de los partidos participantes dentro del mismo frente. Buscan un modelo semejante al que implementaron los radicales en provincia de Buenos Aires, donde Facundo Manes quedó segundo pero igualmente pudieron combinar nómina con Diego Santilli.
Rueda echó a rodar su candidatura sin etiqueta para entusiasmar a los que ya manifestaron su intención de jugar. Para que se sientan acompañados, pero fundamentalmente para que no encuentren motivos para recular. El presidente del bloquismo anticipó hacia adentro que alentará la candidatura de Graciela Caselles en Capital, aun cuando eso implique confrontar circunstancialmente con Emilio Baistrocchi.
El secretario privado del gobernador tuvo un gesto hacia Caselles el pasado viernes, durante la jura de nuevos ministros en la Sala Rogelio Cerdera. Para la diputada nacional fue toda una sorpresa haber sido invitada a participar del acto. Mucho más cuando le pidieron que firmara el acta de asunción de los funcionarios. Cuando terminó la ceremonia, en la desconcentración, la legisladora sintió que le tocaron la mano y al girar la vista para identificar quién había sido, se encontró con que era Rueda. El presidente había atravesado el salón entre la muchedumbre especialmente para saludarla y para invitarla a conversar. De política, por supuesto.
Ella valoró la convocatoria. Rueda la quiere a su lado, a pesar de algunos ruidos recientes. Graciela se pronunció públicamente ‘dolida’ por la expulsión de Enrique Conti del partido, por ejemplo. Esa manifestación cayó mal en el ruedismo. Además todavía quedan algunos resabios de la interna que ella estuvo a punto de protagonizar secundando a Juan Domingo Bravo. ¿Quiso dividir el partido? Todavía se lo preguntan algunos en el entorno del presidente.
Por encima de estas cavilaciones, Rueda está dispuesto a alentarla para que sea candidata en Capital. Mientras tanto, en Chimbas se envalentona el actual diputado Andrés Chanampa. Como el justicialista Fabián Gramajo está cumpliendo su segundo mandato y no puede ir por otra reelección, se abre la chance de participar.
Una fuente muy cercana a Chanampa dijo que está dispuesto a confrontar con Daniela Rodríguez, la primera dama chimbera, actual concejal peronista y vicepresidenta del Partido Justicialista, apenas un peldaño por debajo del mismísimo Uñac. Rueda lo apoya para seguir hasta el final. La relación entre el diputado bloquista y el intendente Gramajo, que ha tenido sus vaivenes, hoy se encuentra en punto gélido. Absolutamente congelada.
En Angaco Carlos Maza Pezé seguramente irá por la reelección en 2023 pero tendrá que enfrentar al PJ. Su principal rival -¿enemigo?- sigue siendo el exintendente José Castro. En Zonda, Miguel Atampiz cumplirá su segundo y último mandato, por lo que tendrá que dar un paso al costado. El diputado departamental Sancassani ya está trabajando con un grupo de jóvenes para ganar la intendencia de ese bastión bloquista, al margen de Atampiz. Han tenido una relación correcta pero no demasiado cercana. ‘Ninguno de los dos se metió con el otro’, describió una fuente de ese terruño.
La sobria distancia entre Atampiz y Sancassani fue puesta como contramodelo del papelón protagonizado en Iglesia por el actual intendente Jorge Espejo y el diputado proporcional Mauro Marinero. No solo perdieron la PASO del 12 de septiembre sino que Juntos por el Cambio les amplió la ventaja en la general del 14 de noviembre. Hubo dedos señaladores hacia la gestión municipal pero también hubo pase de factura para las huestes marineristas.
Espejo podrá buscar la reelección en 2023. La pregunta es: ¿llegará en condiciones para resultar competitivo? Marinero anticipó delante de las cámaras de Canal 13 que él intentará volver, por dentro o por fuera del partido. En definitiva, el actual intendente jugó con un partido departamental en 2019 e igualmente tuvo respaldo de la conducción bloquista. El antecedente estará fresco para dentro de dos años.
El reproche de Adámoli
La vicepresidenta del partido, Laura Adámoli, tuvo una conversación en tono serio con Rueda. ‘Fue un diálogo’, graficó una fuente bloquista informada del encuentro. La viuda de Leopoldo Alfredo Bravo le hizo dos planteos puntuales al presidente. El primero, que reconsidere las expulsiones partidarias. El segundo, que él debe tener mayor presencia en el Comité Central.
A la primera cuestión, Rueda contestó que se aplicó simplemente la Carta Orgánica. Que actuó el Tribunal de Disciplina en los términos que correspondía, penalizando a los correligionarios que no solo se fueron sino que usaron el nombre del partido en un frente opositor, contrariando lo resuelto por la Convención y el Comité Central. Así fueron expulsados Conti, Juan Domingo Bravo, Andrés Aguilar, Franco Marchese y José Anselmo Aballay.
De todos ellos, posiblemente a quien más haya sentido Adámoli haya sido a Conti. La amistad entre ambos tiene profundas raíces. Se conocen de toda la vida. Con Juan Domingo prácticamente no tienen relación, pero no deja de ser uno de los hijos de Don Leopoldo y revocarle la afiliación tuvo un alto significado para la familia. Adámoli no está cómoda con estas decisiones.
Sin embargo Rueda afirmó que habrá una convocatoria amplia para que todo aquel que se haya ido pueda regresar. Hacer borrón y cuenta nueva. Trascendió que el presidente del partido le ofreció a Aguilar –cuñado de Conti- integrar la lista de diputados nacionales cuando el bloquismo pensaba competir con una boleta propia este año. Pero la propuesta fue rechazada del otro lado. El antecedente debería servir como prueba de la vocación de apostar por la reconciliación.
Con respecto al pedido de Adámoli a Rueda, de una presencia cotidiana en el Comité Central, la respuesta del presidente partidario fue contundente: las puertas están abiertas para que todos puedan entrar y mantener reuniones. Incluso con la vicepresidenta como anfitriona. Si Leopoldo Alfredo pudo conducir la estructura orgánica desde Moscú, viniendo a San Juan un par de veces al año, Rueda puede repartir su tiempo también para cumplir con las obligaciones que tiene en Casa de Gobierno.