10 de enero de 1814
Oficio del Gobierno a Belgrano. Le comunica que ya se le dio la orden al Intendente de Salta, para que dirija inmediatamente a la ciudad de Mendoza toda la plata y el oro, que el General dispuso le trajese de Potosí.Con esta fecha, se pasa orden al Intendente de Salta, para que dirija inmediatamente a la ciudad de Mendoza, toda la plata y el oro que en barras, rieles, sisalla y tejos dispuso Vuestra Excelencia le trajese de Potosí; según su aviso de 22 de noviembre último lo que comunica a Vuestra Excelencia para su debida inteligencia.Enero 10 de 1814.Al General Belgrano.”Así los importantes recursos que Belgrano rescató de Potosí, eran despojados del Ejército del Auxiliar Perú, sumiéndolo en la pobreza de la cual nunca pudo salir.
10 de enero de 1814
El Director Gervasio Antonio de Posadas a San Martín. Le insta a hacerse cargo del Ejército Auxiliar, según la opinión del mismo Belgrano.“Señor Don José de San Martín.Muy señor mío y mi estimado amigo:Como ya lo hago a usted descansando de las molestias del viaje, me he resuelto escribirle para rogarle, encarecidamente, que tenga a bien recibirse del mando de ese Ejército que, indispensablemente, le ha de confiar este Gobierno. Fuera política, y vamos al grano: Excelente será el desgraciado Belgrano, será igualmente acreedor a la gratitud eterna de sus compatriotas; pero sobre todo entra en nuestros intereses, y lo exige el bien del país, que por ahora cargue usted con esa cruz. No hay una comunicación de esos Pueblos que no se empeñe por semejante medida, y hasta el mismo Belgrano la adopta.Por lo demás, estas cosas siguen en apuritos, especialmente de metales. Muchas cosas a los amigos Jonte, Ugarteche, Rojas, Dorrego, et- cétera, y adiós hasta otra ocasión.Besa la mano de usted su apasionado amigo.Gervasio Antonio de Posadas”
10 de Enero de 1817
Belgrano ordena la evacuación de Tucumán, ante el avance del Mariscal de La Serna, en el marco de la “Invasión Grande” del Norte de nuestro país.En los últimos días de 1816 el Ejército Real del Perú, comandado por José de la Serna, inició la invasión de la Intendencia de Salta del Tucumán. El ejército de invasión contó con 2800 infantes, 700 soldados de caballería y 12 cañones, incorporándose después otros 1.000 soldados de infantería y caballería. Se organizaban en seis batallones, siete escuadrones y cuatro baterías.Enterado de los planes realistas, Belgrano solicitó al Directorio el envío de mil soldados al norte, pero éste daba prioridad a acabar con Artigas, por lo tanto el frente norte tendría que esperar. Tuvo que conformarse con ordenar a las milicias de Catamarca, Santiago del Estero y Tucumán sumarse a Güemes, quien con su ejército y milicias logró detener la ofensiva, tras la caída de Tarija, Jujuy y la defensa de Salta, en lo que se conoce como la “Guerra Gaucha”, evitando la llegada temida por Belgrano a Tucumán.
10 de enero de 1817
Belgrano escribe a Güemes pidiéndole informaciones sobre el enemigo, opinando que si trajera ganado, los paisanos debían sacárselo y destruir todo lo que pudiera servirle en su avance. Marca el objetivo final de la lucha: vencer y arruinar al enemigo “para afianzar la independencia de la Nación”; le comenta que duda acerca de las soluciones del Congreso.“AMIGO Y COMPAÑERO QUERIDO: Ya contesto a U. de oficio; deseo mucho saber cuál es la fuerza con que ha bajado el enemigo, y qué noticias se puedan tener de las esperanzas de su aumento; no hay más que contraerse a que sufran todas las necesidades del hambre: es regular que temerosos de esto mismo, vengan proveídos de carnes en tasajo; pero si traen ganados en pie, debe ser obra de nuestros paisanos quitárselos, cargando con fuerzas superiores sobre las que los custodien; que se arrasen los sembrados que puedan servirles y se destruya cuanto pueda serles útil. Aquí me estoy disponiendo para el efecto, caso de que su intento sea venir hasta nosotros; pero como he dicho a U., nuestro objeto no debe ser sostener un punto, sino batirlos y arruinarlos para la conclusión de nuestros trabajos y afianzar la independencia de nuestra Nación.Llegó nuestro amigo Castro y me ha dado noticias de U. que me han sido muy satisfactorias, confirmándome en mis ideas de que nadie ha sido capaz de separarme, ni me separará nunca. Siga V. el camino que se ha propuesto y crea firmemente, que en todas ocasiones y en todo tiempo hallará un verdadero amigo.Estamos sin el correo de Buenos Aires y no sé a qué atribuirlo: tal vez las aguas lo hayan detenido. Lugones y Gonsebat aparecieron, me pidieron perdón y se los he concedido pues a aquél lo alucinó mi buen pariente Borges, que de Dios haya, y al segundo lo indujo por temor.Por lo que respecta a caballos estamos muy trabajosos y aún cuando los hubiera en abundancia, llegarían de aquí inútiles; por tanto, me parece que sería bueno echase U. mano de todos los de la frontera, así por muy inmediatos, como porque llegarían en mejor estado; lo que hay, que es preciso sea inexorable contra los que los oculten, como Yo lo seré en consecuencia de los bandos que voy a publicar y de que mandaré a U. copias.Hágame U. el gusto de que se pase la adjunta para Rivero a sus manos; el objeto es la compra de una caja de instrumentos de cirugía que nos hace infinita falta.No sé si apurará su salida el Congreso con las noticias de enemigos, porque no estoy al cabo de sus determinaciones y tan pronto los he visto decididos a irse, como no.Deseo a U. todo acierto y soy su siempre.ML BELGRANOTucumán, 10 de Enero de 1817.”