Se detectó un posible caso de Sarampión en la Argentina, lo confirmó esta mañana el Ministerio de Salud de la Nación. Se trata de una mujer de 25 años que reside en CABA, cursa un embarazo de 9 semanas y fue atendida en un centro de salud privado con sospecha de COVID-19, aunque fue descartado por estudios. Vale aclarar que la mujer no registra antecedentes de vacunación contra el sarampión ni la rubéola. Además, la cartera sanitaria emitió un alerta epidemiológico para “intensificar la vigilancia epidemiológica de enfermedad febril exantemática”.
La muestra fue procesada por el laboratorio de Virología del Hospital Gutiérrez de la Ciudad de Buenos Aires el viernes pasado. Las mismas se derivaron al Laboratorio Nacional de Referencia ANLIS-Malbrán para los estudios moleculares y confirmación. La Ciudad de Buenos Aires continúa realizando las acciones de control de foco correspondiente.
Por otro lado, a raíz de la notificación, comenzaron la investigación y acciones de control y seguimiento de los contactos del caso.
La mujer había regresado al país el 4 de marzo, luego de un viaje a Maldivas, donde se presume que habría contraído la enfermedad, con escalas en Jordania, Qatar, Dubai y San Pablo. A los 11 días de su llegada presentó fiebre, catarro nasal, tos y conjuntivitis, agregando exantema dos días después, es decir el 17 de marzo. El 21 de marzo consulta por su cuadro y es internada por sospecha de COVID-19.
Sin embargo, su resultado para esta enfermedad fue negativo, razón por la cual comenzaron a evaluarla como probable caso de sarampión, lo cual habría arrojado resultado positivo. Actualmente la paciente se encuentra asintomática y en su domicilio.
El Ministerio de Salud, dada la situación, recomienda a la población que verifiquen y completen los esquemas de vacunación y que ante la presencia de fiebre y exantema -erupción cutánea de color rosáceo- consulten a un centro de salud. Asimismo, la cartera sanitaria nacional emitió un alerta epidemiológico con el objetivo de “intensificar la vigilancia epidemiológica de enfermedad febril exantemática”.
Actualmente, las coberturas de vacunación a nivel mundial están por debajo de lo esperado, motivo por el cual existe un riesgo elevado de contraer enfermedades inmunoprevenibles.
“Las vacunas benefician tanto a las personas vacunadas como a las personas no vacunadas y susceptibles que viven en su entorno por el beneficio de la ‘inmunidad de rebaño’. Mediante las vacunas se ha logrado erradicar la viruela, se está finalizando la erradicación de la poliomielitis en el mundo, el sarampión ha dejado de ser un problema frecuente en nuestro medio, no tenemos casos de difteria y otras enfermedades están siendo controladas como la tos ferina, el tétanos, la hepatitis A y las meningitis meningocócicas”, afirmó a Infobae la doctora Florencia Lución, médica pediatra, presidenta de la Subcomisión de Epidemiología de la SAP.
“En la Argentina, gracias a la vacunación, no se registran casos autóctonos de sarampión desde el año 2019 (último brote detectado), de rubeola congénita desde 2009, poliomielitis desde 1984, difteria desde 2006, tétanos neonatal desde 2007 y se redujeron en más del 96% los casos de trasplante hepático por el virus de la hepatitis A. Si no tomamos medidas urgentes y se mantienen los descensos en los niveles de inmunización, estos logros pueden retroceder rápidamente”, advirtió la Dra. Lución, pediatra.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) afirman que las vacunas más afectadas en nuestro país por esta disminución en las coberturas son la quíntuple (que protege contra coqueluche, tétanos, difteria, hepatitis B y enfermedad invasiva por Haemophilus influenzae b), la polio inactivada, el rotavirus (que previene cuadros diarreicos severos), el neumococo (prevención de neumonías y meningitis), la triple viral (sarampión, rubeola y parotiditis), la hepatitis A, varicela y meningococo (protege contra meningitis causadas por 4 tipos de meningococo: A, C, W e Y).