Fue el mismo Alberto Fernández quien durante una entrevista en su gira por Europa confirmó que iría por la relección durante el 2023. Si bien cuando arribó al país procuró bajar el tono de sus declaraciones afirmando “no estoy discutiendo en ninguna interna ni pensando en mi reelección”, varios dirigentes nacionales salieron a darle su apoyo.
El camino de Fernández hacia las elecciones comenzó el 221, durante una cena de cena de fin de año del Grupo Callao, pero las últimas declaraciones fueron las que comenzaron a mover el avispero en medio de la pelea entre Alberto y Cristina que día a día se vuelve más intensa.
En declaraciones a un medio español, Alberto Fernández confirmó que buscará la reelección durante las elecciones generales del 2023. Fue precisamente en una entrevista con RTVE (radio y televisión española) en Madrid. Ante la consulta “¿Se ve usted con fuerzas no solo de terminar su mandato, sino de presentarse a la reelección en 2023?” realizada por el periodista José Antonio Guardiola, Fernández respondió que se siente absolutamente con todas las fuerzas necesarias para que la Argentina se ponga de pie. “Y la voy a poner de pie”, retrucó.
Alberto Fernández comenzó su gestión con buena imagen positiva, incluso la misma se reforzó durante el inicio de la pandemia, pero poco a poco fue cayendo. El análisis abre el abanico a múltiples causas como inflación, falta de políticas públicas, expresiones desafortunadas (como cuando dijo en abril del año pasado que el sistema sanitario se había relajado en pleno contexto de pandemia), la fiesta de cumpleaños de Fabiola en Olivos, y así podría continuar extendiéndose la lista. Según la consultora Fixer, en la encuesta mensual de abril Fernández había bajado de 27 a 24 puntos su imagen positiva, mientras que la negativa pasó de 61 a 63%.
Si bien falta para el 2023, en tiempos políticos no queda nada y las negociaciones están a flor de piel en medio de una grieta que desde hace meses viene creciendo en el interior del Frente de Todos. Si hoy fueran las elecciones, a Alberto no le iría bien en San Juan. Al menos eso dicen los números.