Son 46.500 las facturas que emite el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) todos los meses correspondientes a clientes que deben pagar la cuota de su casa, de ellos se determinó que 9.000 sean intimados a riesgo de ser incluidos en el Veraz, ya que acumulan deuda y están en condiciones de pagar. Ahora, el organismo salió a dar un ultimátum a este grupo de morosos “crónicos” para que se pongan al día en lo que queda de julio, y si no lo hacen pasarán a Veraz en agosto. Son alrededor de 2.000 los que están en condiciones de ser denunciados en Veraz.
El IPV estudió la situación de cada uno de los deudores y constató, antes de intimarlos, que tenían movimientos financieros recientes con lo que podrían pagar por su techo. La mitad de la gente intimada tiene cuotas menores a 1000 pesos y el resto va desde 3 .0000 a 10.000 pesos, citó la funcionaria.
Con tres cuotas impagas la ley permite que se revoque la adjudicación, es decir, que se pierda la vivienda.
Al Instituto le fue bien con este operativo. Del 50% de recaudación que registraban el año pasado, ahora se subió al 70% la gente que está al día.
La funcionaria explicó que la denuncia al Veraz se hará en etapas durante agosto por lo que los incumplidores aún tienen un margen aceptable para mostrar que quieren pagar.
Formar parte del listado de Veraz equivale a que, para el sistema financiero, esa persona tiene una calidad de pago reducida. Y, por lo tanto, implica un riesgo mayor que otros individuos. Por eso se acotan las chances de conseguir un préstamo o acceder a otras acciones que implican financiamiento. El del IPV es un sistema solidario. Con la recaudación de las cuotas se hacen nuevas viviendas.
EL IPV toma la deuda y todo el saldo para cancelar la vivienda y se pidió que paguen el 20% de la deuda anticipada, el resto se prorrateó y se exigió el débito automático de las cuotas pautadas porque es común pagar al inicio y resolver el problema y luego no volver más. Así, el IPV se asegura no volver a hacer el proceso.