Ruinas de una edificación antigua muestra la bella arquitectura de su construcción. Fue conocida como “la casona de Felipe Varela”. Construida por una familia chilena fue un símbolo de la prosperidad de Niquivil a principios del siglo XX.
Llegar a Niquivil, en el km 3.596 de la Ruta Nacional 40, es adentrarse en el suroeste del departamento Jáchal, y conocer una localidad nutrida de historias y protagonistas que marcaron el devenir de la provincia y el país. Es un paso al departamento Iglesia y también a la provincia de La Rioja y la República de Chile, y conserva testimonios de tiempos de la colonia y del siglo XIX, ya que aún quedan algunas construcciones de adobe y techo de palos y cañas que se van reemplazando por nuevas construcciones ante la necesidad de renovar, y también por temor a los movimientos sísmicos. Destacan arboledas de algarrobos, álamos, aguaribay y quebracho.
Educación para poder crecer
La educación ha ido creciendo en espacio y calidad para evitar que los jóvenes del lugar tengan que hacer, sobre todo el secundario, fuera de su tierra natal. Así, se cuenta con la escuela de Nivel Medio, la de Capacitación Laboral y hace tres años se agregó el CENS para aquellos habitantes que no pudieron terminar a tiempo el secundario.
Por ello los jóvenes, precisamente, tienen mucho protagonismo en Niquivil y alimentan sus esperanzas y proyectos de crecer cultural y profesionalmente, por lo que los propios vecinos reconocen que el actual intendente Miguel Ángel Vega ha caminado varias veces las callecitas locales para conocer la opinión de ellos, “y no sólo lo ha hecho en tiempos de campaña sino cuando ha sido necesario o ante nuestras convocatoria”, sostienen.
En el ámbito religioso, y concretamente católico, la capilla de la Merced marca desde la primera mitad el siglo XX, la vida de muchos feligreses del lugar. Cada 8 de septiembre celebran la fiesta patronal del pueblo. En este ámbito se destacan también el grupo “Andacollo” y el “Santa Bárbara”, además del “San Expedito”.
El 8 de septiembre, en la capilla de la Merced, los feligreses de Niquivil celebrarán la fiesta patronal en el pueblo, y se cuenta con el apoyo de la Municipalidad y los grupos “Andacollo” y “Santa Bárbara”, además del “San Expedito”.
Personajes niquivileros
Por otra parte, esta histórica localidad del departamento Jáchal cuenta con destacados personajes a veces casi anónimos, que contribuyen al crecimiento de la población, con iniciativas y aportes productos de la opinión y experiencia de los mismos niquivileros. Uno de los poetas más conocidos aquí es Juan Gregorio Bustos, autor de aportes sustanciales sobre el romanticismo niquivilero, que se traslada también a las escuelas. A su vez, esta reconocida localidad ha dado numerosos artistas, sobre todo cantantes y guitarreros, y uno de ellos, el Chango Niquivilero suena bastante en las peñas del Gran San Juan. Están también el Dúo “Sierra Maestra”, de los hermanos Pasten, y Santos Luna, del grupo Los Dandileños, que sorprende con nuevo repertorio. Entre los servicios más notablemente cuidados de Niquivil figura la salud, y escuchar al médico que atiende semanalmente en su consultorio del Centro de Salud del CIC (Centro Integrador Comunitario), Dr. Miguel Maza, nacido en Niquivil, es descubrir el buen trabajo en materia sanitaria.
Sarmiento y su bautismo de fuego
Si nos remontamos todavía más atrás, en tiempos de la fundación de San José de Jáchal, en 1751, se sabe que un cacique llamado Niquivil, fue el que con mayor entereza y con la ayuda de huarpes y diaguitas se rebeló ante Juan de Echegaray, fundador del departamento. Muchos años más adelante, cuando ya se conocía este lugar con el nombre de aquel jefe originario, se produjo lo que los historiadores llaman la batalla de Niquivil, donde tuvo su bautismo de fuego nada menos que Domingo Faustino Sarmiento. Fue en la zona conocida como La Aguadita y allí combatieron sanjuaninos y mendocinos, estos últimos liderados por los violentos hermanos Aldao.
Ocurrió el 24 de junio de 1829, cuando Sarmiento tenía sólo 18 años, según escribió el profesor Héctor Domingo Arias en su “Historia de San Juan”, realizada junto a la profesora Carmen Peñaloza de Varese, y todavía hoy se realizan homenajes a las víctimas en el lugar, por parte de agrupaciones de gauchos jachalleros.
Una placa cerca de la escuela “Esteban Agustín Gascón” recuerda lo sucedido, de acuerdo con lo que nos comenta un destacado vecino, Abel Ortiz, memorioso e incansable trabajador por el lugar.
Dada la importante producción de aceitunas, aunque han desaparecido grandes extensiones de olivares, desde febrero de 2017 se celebra en Niquivil la “Fiesta del Olivo”. El festejo está enmarcado también en un lema que cada año es distinto, desde el primero que se expresó como “Olivo Bíblico y Olímpico”, con representaciones y relatos musicalizados, danzas coreográficas y escenografías especiales vinculadas a la estética del olivar y de la aceituna.